Virtudes y defectos, propios y ajenos. Fernando Gamboa dijo que tuvo en cuenta todas estas cuestiones para planificar el trabajo en estos días, con el propósito de que Newell’s vuelva a la victoria frente a River tras cinco partidos sin triunfos. “No hay que dejar jugar a River. Y tener la inteligencia suficiente para saber cómo jugarlo”, declaró el entrenador. Insistió en varias oportunidades durante la conferencia de ayer que será clave usar la cabeza y ser pacientes o verticales, dependiendo las alternativas del encuentro de mañana en el Coloso.
¿Durante estos días en qué cuestiones hiciste mayor hincapié para llegar en mejores condiciones al partido?
En varias. Lo bueno es que la semana fue larga. La aprovechamos pensando en qué tenemos que hacer y estudiando los tres o cuatro últimos partidos del rival. Aprovechamos para hacer correcciones que no tienen que ver con el partido en sí sino con cuestiones que no queremos que sucedan más. Trabajamos mucho tácticamente en relación a River, cómo tenemos que defender y atacar y cuáles son sus lugares más frágiles. Hicimos hincapié en ser un equipo corto, con mucho vértigo y mucha presión, que es lo que de alguna manera nos pone en paridad con ellos. Hubo mucho trabajo táctico, para las pelotas filtradas a espaldas de nuestros volantes y para las pelotas jugadas a los costados para los laterales. También en el retroceso del equipo para disputar esa segunda pelota larga que a veces juega River cuando son presionados. En este caso es la gente que salió a presionar la que tiene que retroceder para que puedan disputar esa segunda pelota. Fueron todos trabajos para que no nos dañen y tengamos el mayor tiempo el balón. Y una vez que la tenemos, hay que ser inteligentes para saber usufructuarla, tomarse una pausa para manejarla o ser vertical con nuestros extremos y laterales, o con las diagonales de Nacho (Scocco) o de alguno de los volantes.
¿Es posible alguna novedad en cuanto al sistema?
Cambiamos de sistema antes de los partidos o durante los partidos. Contra Colón, por una cuestión de ocupar espacios en el medio y para que no nos filtraran pelotas, como puede ocurrir con River, en lugar de jugar un 4-3-3 lo hicimos con un 4-2-3-1. Tenemos esos dos sistemas que podemos utilizar. O uno más agresivo, como lo hicimos contra Defensa y Justicia, para ir en busca del empate, con cuatro delanteros y el Negro Castro detrás de ellos. En el partido contra Colón, cuando faltaban pocos minutos y vimos que no lo podíamos ganar, terminamos jugando 4-4-2, que también se puede leer 4-4-1-1. Son situaciones puntuales de partidos. Están las dos posibilidades frente a River, el 4-2-3-1, que te da más cobertura en el medio con un doble cinco y Nico (Castro) siendo la punta de ese triángulo delante de ellos, o el 4-3-3, que al momento de defenderse se convierte en 4-1-4-1.
¿La idea de juego la sostendrás contra River, el golpe por golpe?
Tenemos una idea clara. Queremos presionar a River arriba. En varios de los trabajos que hicimos apuntamos a eso. No hay que dejarlo jugar a River, o al rival que nos toque. Y después tener la inteligencia suficiente para saber cómo jugar el partido. Y cuando no se puede recuperar o cuando no se puede cambiar golpe por golpe, porque hay momentos en los que no es posible, saber cómo jugar de tres cuartos a tres cuartos y hacerse un equipo corto o fino, para recuperarla lo antes posible. Sabemos lo que significa River, un equipo con mucho vértigo y físico, más allá de lo futbolístico. Nosotros somos un equipo que también propone y corre un riesgo desde lo físico, pero hay momentos puntuales en los que hay que retroceder, pero todos juntos y no demasiado.
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El otro día reconociste que hubo jugadores que no rindieron, ¿por qué no juega tanto Giani?
No me gusta hablar puntualmente de alguien. En un momento determinado consideramos que Justo tenía que jugar. Jugó y le fue bien (Estudiantes). Después tuvo dos partidos más y de repente no conseguimos lo que nosotros esperábamos y vimos a otro jugador que estaba mejor y que nos podía brindar algo más en cuestiones diferentes a las de Justo. Hay partidos en los que privilegio la presión alta porque eso hace que generemos muchas situaciones y por eso entra uno y sale otro. Cuando consideramos que uno sostuvo su lugar desde el esfuerzo, el rendimiento, la presión, los buenos pases, las buenas terminaciones o recuperaciones, la tenencia de pelota o la marca, lo más probable es que vuelva a jugar. Nunca hay ni habrá ningún capricho.
¿Es un partido más o los comicios del domingo hacen que se vivan horas distintas?
Ningún partido es uno más. Tenemos que jugarlo, vivirlo y ganarlo. Siempre nos preparamos así. Nosotros debemos abocarnos al equipo y el día de las elecciones serán los socios los que voten y definan lo que pasará. Nosotros no tenemos ningún inconveniente con las elecciones, entrenamos sin problemas, abocados a lo que tenemos que hacer, con el deseo de ganarle a un