Es distinto. Un partido que nada tiene que ver con los que juega
Central en la Superliga. Porque el rival también es de otras características, internacional y de los considerados grandes, más allá de que hoy San Pablo no llega en su mejor momento. Además, porque es uno de esos cotejos especiales, de 180 minutos. Largo, tanto que va a empezar esta noche, a las 21.30, en Arroyito y va a terminar dentro de casi un mes, encima en Brasil. Y acá está uno de los "secretos" a descifrar: no enloquecer. No deben hacerlo ni los jugadores auriazules, ni el novato DT, ni los hinchas canallas. Así llegue un gol enseguida, en un arco u otro, así el cero no se rompa. ¿Algo más? Sí. Es preferible que ellos no conviertan. Más vale un ventajoso 2-0 que un 3-1 acá, porque el gol de visitante vale mucho, alcanza con fijarse qué le pasó a Barcelona con Roma en la Champions.
Lo que debe entender Central es que la mayor porción de responsabilidad, hoy, es suya. Juega de local y debe hacerlo pesar. Pero no de prepo. Con sus virtudes futbolísticas con las que ya demostró que puede ganarle a quien sea. Como lo hizo frente al Boca puntero del torneo, en el clásico, ante Belgrano. Partidos diferentes al de hoy, pero que marcan tendencia. Por eso no se hace referencia al 5-0 a Olimpo, un resultado irrepetible (o casi) ante un equipo casi descendido de categoría.
La actualidad de este Central encuentra a un equipo que supo recuperarse rápido de un gran golpe en Paraná. Y lo hizo con la mayoría de los futbolistas que hoy saldrán a jugar de entrada. Con las presencias de los pibes a los que el técnico Leo Fernández apostó con convencimiento, con una respuesta que sin dudas es positiva. Claro que también con la inclusión de experimentados, en especial de uno de esos con mucho peso propio, al que los hinchas están esperando, el que ya les hizo gritar muchos goles: Marco Ruben.
Ruben-Zampedri, la dupla de ataque. Dos que sin dudas preocuparán a San Pablo. Tal vez por ellos el entrenador de los visitantes aún no confirmó si marcará con tres o cuatro atrás, aunque parece que se inclinaría por la primera opción.
Y Central tendrá un enganche para conectarse y conectarlos con los volantes ofensivos que pugnarán por lastimar por los costados como cree Leo Fernández que es la mejor opción. Por eso el pibe López Pissano tendrá el poder de la pelota y a sus lados se los verá pasar a Lovera y Carrizo. Haciendo equilibrio se quedará Maxi González.
Que no le salió bien esta táctica en el partido con Chacarita, es cierto. Por eso la cambió a los 45' (y ganó sobre la hora). Pero no quiere decir que no sea buena opción. Además, sólo se repiten el enlace y Zampedri.
También el equipo debe saber defenderse. No descuidar a nadie de San Pablo, en especial al goleador Tréllez. Ahí deberán imponerse los centrales Tobio y Cabezas. Ni desentenderse los laterales Nahuel Gómez y Parot, en especial el juvenil lateral derecho que recién debuta, que le ganó el puesto al experimentado Ferrari, al menos para hoy.
Y el arquero también será clave. Como lo demostró Jeremías Ledesma en el último partido ante el Pirata y en tantos más. Es que debe intentar dejar su arco en cero. Para la revancha, claro. Para cuando se juegue el segundo tiempo del largo partido que empieza esta noche en el Gigante.
Confirmadas las dos variantes
Sin inconvenientes en la última práctica, Leonardo Fernández pudo ratificar ayer lo que un día antes había confirmado. Para esta noche el DT decidió hacer algunas apuestas importantes, entre ellas la continuidad de Nahuel Gómez como marcador de punta por derecha pese a que Paulo Ferrari (el jugador de mayor experiencia del plantel) está apto desde lo físico.
La otra novedad es el ingreso de Marco Ruben (por Da Campo), lo que hará que Lovera se transforme en volante por el sector derecho. El otro cambio en relación a Belgrano es la vuelta de Maximiliano González en el anillo central.