“Hay que levantar porque tenemos un partido extremadamente importante”. Newell’s terminaba de ser goleado por Estudiantes y su entrenador, Sebastián Méndez, no demoró nada durante la conferencia de prensa en referirse al compromiso contra Central.
La peor producción rojinegra con Sebastián Méndez llegó en un momento inapropiado. Tiene argumentos para crecer y confiar de cara al partido en el Gigante.
Por Rodolfo Parody
Leo Vincenti / La Capital
Juan Ignacio Méndez aparece rodeado en la dura derrota de Newell's frente a Estudiantes.
“Hay que levantar porque tenemos un partido extremadamente importante”. Newell’s terminaba de ser goleado por Estudiantes y su entrenador, Sebastián Méndez, no demoró nada durante la conferencia de prensa en referirse al compromiso contra Central.
La frase se refería a la obligación del plantel de reponerse de inmediato, aunque también fue un mensaje para llevar algo de tranquilidad al hincha, angustiado y fastidioso por una actuación decepcionante, justo antes de la presentación en el Gigante.
Lo evidente de lo sucedido el viernes pasado en el Coloso es que, si repite un papel semejante, volverá a pasarla mal.
Decisiones erradas y dudas. Newell’s tocó fondo demasiado temprano con el Gallego Méndez. Consecuencia de una estrepitosa derrota frente al Pincha por 4 a 1 que se dio en la previa al clásico. Por un cúmulo de desaciertos de toda clase, con poco justificativo más allá de las cualidades futbolísticas del último campeón.
Los errores, tácticos y estratégicos, ante todo, causaron inquietud e incertidumbre de cara al cruce contra Central, ese que la Lepra apenas ganó en dos ocasiones en la última década. Llegar así, es lo peor que podía pasarle. Pero el clásico no está perdido de antemano. Y hay razones.
Dos retorno valiosos. Los regresos de Ever Banega y Ángelo Martino, ausentes contra Estudiantes, jerarquizarán al equipo. Por condiciones, en distintos roles, son capaces de brindar mayores variantes al funcionamiento rojinegro.
A Banega se lo cuidó por una sobrecarga muscular. Martino faltó por suspensión. Llegó a la quinta amarilla contra San Lorenzo, algo que se descontaba para que estuviese sí o sí disponible para el clásico.
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El mediocampista puede hacer valer la experiencia, aparte de la categoría, para manejar el juego del equipo, en un partido donde a veces prevalece la lucha por sobre el juego.
Y el lateral izquierdo, con las proyecciones, es una posible opción de ataque, una de las debilidades hasta acá del conjunto rojinegro.
Lo negativo de la Lepra es que no contará con un jugador fundamental, Armando Méndez. Y que está en duda la vuelta de Rodrigo Fernández, quien todavía no jugó desde que se reanudó la liga.
Lo mejor, de visitante. No fue con la frecuencia deseada, pero Newell’s tuvo lapsos en los que desplegó mínimamente el fútbol que quiere el Gallego Méndez. Con una postura ofensiva marcada y desde la posesión.
Así le ganó a Barracas Central (1-0), en cancha de Huracán, donde su rival fue local. Y una imagen parecida mostró en la primera etapa contra San Lorenzo (1-1) en el Nuevo Gasómetro.
Lo que más sobresalió del Newell’s de Méndez fue en condición de visitante, teniendo ahora por delante una nueva salida del Parque.
El aura de Juanchón. La expectativa que genera la vuelta al club de Juan Manuel García obedece en buena medida a su pasado, como autor del gol del último triunfo rojinegro sobre Central.
El centrodelantero llegará este miércoles a Rosario para unirse al plantel rojinegro y se espera que vaya al banco en el Gigante.
No tanto por su presente sino por lo que supo hacer es que exista la ilusión de que repita. Si hay tanta sueño de que Juanchón rinda, es por la falta de recambio en el puesto de nueve, con el Colo Ramírez falto de gol. Pero no es el único lugar donde Newell’s no cuenta con opciones.
Suplentes que no reemplazan. El banco rojinegro no fue hasta ahora una alternativa seria para mejorar el rendimiento del equipo cuando a alguno le tocó ingresar.
Necesita más de Gabriel Carabajal, Lucas Besozzi y Brian Calderara, entre otros.
Por Florencia O’Keeffe