El árbitro Claudio Elichiri, ferozmente agredido por un grupo de hinchas del club Sarmiento de Ayacucho, dijo que lo "molieron a palos" que obligó a una sutura de "cuatro puntos" en el rostro, y pidió una "dura" sanción a los responsables del ataque.
"Cuando llegué a mi casa, nos abrazamos y lloramos los dos con mi mujer. Nunca pensé que me iba a pasar esto", sostuvo el referí de la Liga de Azul y que ayer arbitró Sarmiento ante Sansinena, de General Cerri, en Ayacucho, por el Federal B.
El partido se descontroló cuando le reclamaron a Elichiri no haber cobrado un penal a Sarmiento y en la jugada siguiente llegó el 2-1 de Sansinena, tras lo cual hubo una serie de expulsiones hasta que se desmadró cuando ingresaron barras a la cancha y el referí tras ser golpeado tuvo que refugiarse en un vestuario.
Pese al mal momento, y lamentar que no pudo asistir al acto de fin de año del jardín de su hija, el juez dijo que seguirá dirigiendo.
También reclamó una "dura" sanción a los responsables del ataque.
"No puedo ni levantar los labios. Fue algo inesperado. Eché a un jugador por insultos, otro que me pega por atrás y ahí pasó todo. Los que primero me pegaron fueron los jugadores de Sarmiento", sostuvo Elichiri por radio Provincia.
El referí aseguró que es "la primera vez" que tiene que transitar por una situación así de traumática.
"Tengo tres hijos, te da una impotencia. Todo está mal, la sociedad está mal. Yo no vivo del arbitraje, tengo con mi papá una empresita de construcción. Me encanta arbitrar, voy a seguir haciéndolo, son cosas que te hacen más fuertes", sostuvo.
De vuelta al hecho dijo que "hasta que no presente el informe no puedo decir nada sobre los autores de la agresión. Me dieron cuatro puntos abajo del ojo izquierdo. Espero que de una vez por todas se termine esto. Se tiene que cortar esto, que sancionen a quien tienen que sancionar. No te pueden moler a palos en un campo de juego. Tiene que haber una sanción dura. No pude ir al acto de graduación de mi hija del jardín. Cuando llegué a mi casa, nos abrazamos y lloramos los dos con mi mujer. Nunca pensé que me iba a pasar esto".