"El deporte es salud", dice una máxima por demás de discutida, sobre todo a niveles de alta competencia. Y como hace tiempo el alto rendimiento, las exigencias por ganar y mentenerse en el podio son una piedra en las zapatillas, la espalda y la salud mental de los deportistas, la página virtual autogestionada de deportes Argentina Dorada realizó en diciembre pasado una encuesta con 480 atletas de 69 disciplinas. Y el resultado, a horas de conocerse la muerte del jugador de fútbol uruguayo Santiago “Morro” García, por probable suicidio, deja tambaleando hasta al más insensible: "Cuatro de cada diez deportistas sufren ansiedad y dos de cada diez, depresión". La Capital consultó a algunas voces locales sobre el tema: el psicólogo deportivo Marcelo Márquez; el técnico paralímpico Martín Arroyo, una de las integrantes de la dupla argentina de nado sincronizado, Camila Arregui, y el actual jugador de Talleres Juan Cruz Komar dan su opinión sobre un tema que no debería pasar desapercibido en ninguna cancha ni en ningún club.
Pero, ¿qué pasa si un técnico, un compañero o compañera o alguien de la comunidad deportiva detecta el problema de un deportista? ¿Dónde se puede acudir?
El secretario de Salud del municipio, Leonardo Caruana, le dijo a este diario: "Las guardias de los hospitales, los centros de salud y el policlínico San Martín de zona oeste tienen profesionales que pueden atender crisis subjetivas; de hecho aumentamos los dispositivos en esta pandemia. Y en caso de urgencias responde el Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) con equipos de soporte de internación domiciliaria", llamando al 107.
En el trabajo de Argentina Dorada, que sigue la línea de dos investigaciones anteriores, participaron 232 mujeres y 248 hombres, a quienes se les preguntó si sentían "ansiedad", entendiendo a este síntoma como la combinación de "inquietud, impaciencia, alarma, incertidumbre y temor”. Un total de 22% admitió sufrir esta sensación en la actualidad y otro 18% en el pasado.
El porcentaje del 40% duplica a un primer estudio epidemiológico de salud mental sobre la población general de la República Argentina, realizado en 2018 en conjunto por profesionales de la Universidad de Buenos Aires (UBA y otras instituciones académicas del país, Latinoamérica y Estados Unidos). En este trabajo de hace dos años, un 16,4% de la población argentina expresaba haber sufrido trastornos de ansiedad y un 8,7%, depresión.
Y hay un trabajo más, de 2019, con resultados que siguen esa línea de preocupación, realizado por la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (Fifpro). Reveló que 4 de cada 10 deportistas sufrían de depresión, mientras que en la población general el porcentaje afectado oscilaba entre el 13 y el 17%.
Tras leer los porcentajes, el psicólogo deportivo Marcelo Márquez dice que, en general, se corre "detrás" de estos temas. "Nos sorprende el síntoma y vamos detrás de la enfermedad, no de la salud. Los formadores: técnicos, profesores y preparadores físicos, los médicos, psicólogos y la institución toda debemos tomar estas problemáticas de salud con una planificación semanal", señala antes de agregar que esto no es privativo del deporte, "hay que ver cómo pensamos la sociedad, quiénes creemos que valen y son exitosos".
Pagar un alto precio
Refiriéndose específicamente al titulo de la nota de Argentina Dorada ("Una deuda pendiente"), Márquez señaló que "justamente hay que correrse del lugar del deudor: de la idea de que el deportista siempre está en deuda, nunca da en la talla, nunca alcanza el ideal del alto rendimiento deportivo. Lo que es alto es el precio a pagar para ser visibilizado por los demás".
Para él hay que crear "espacios de diálogo para ayudar a responder lo que todo niño y joven se pregunta: ¿qué significo para los demás? Deberíamos ayudarlo a sentirse querido y esperado, reconocido desde su persona no solo por su capacidad deportiva: eso es prevención, salud y dejar de correr tras el síntoma. Debemos enseñar y aprender a jugar con el otro, saber que pueden faltar cosas y que a veces se perderá".
Para Martín Arroyo, el técnico de deportistas paralímpicos como Yanina Martínez y Brian Impellizeri, los resultados de la nota sobre ansiedad y depresión "impactan" y enlaza ambos cuadros con esta pandemia.
Dice que la ansiedad se acentuó mucho, para él, en estos últimos meses por la "falta de competitividad" y tal vez la depresión fue muchas veces de la mano de la distancia. "El no verse, no poder conversar o saber qué le pasa a uno u a otro es toda una desventaja en todo sentido".
El jugador rosarino, ex Renato Cesarini y Boca, y actual defensor de Talleres Juan Cruz Komar, en tanto, le dijo a La Capital que si bien "en los últimos años los clubes incorporaron la figura del psicólogo en los equipos, no alcanza: los líderes, las autoridades, desde los presidentes de los clubes para abajo, deben hacer hincapié en la importancia de la salud mental de los deportistas". Y no se quedó en la opinión.
En las redes sociales y en relación con la muerte de Morro García invitó a pasar a la acción: "No podemos hoy, luego de la tragedia, decir que hace falta acompañamiento para los futbolistas y mañana olvidarlo. Necesitamos áreas profesionales de psicología en todos los clubes y para todas las edades".
Una voz más, ligada a la alta competencia en nado sincronizado, que comentó el tema para este diario fue Camila Arregui (dupla argentina junto a Trinidad López que viajará a fines de abril a los clasificatorios para las Olimpíadas de Tokio).
"La atención de la salud mental en el alto rendimiento, cuando la exigencia es tan grande, debería ser un acompañamiento ineludible y no cuando tenés un problema solamente, sino para mejorar el estado de ánimo. A veces estamos demasiado tiempo concentradas en el deporte, muchas horas dedicado a esto y necesitamos que nos ayuden a equilibrar la tensión, el estrés previo a la competencia, los entrenamientos duros", comentó.
Y cuando se le preguntó si era asistida por un terapeuta dijo que "sí". Para ella "es súper" importante la ayuda psicológica, de manera individual o en equipo. "Yo la tengo -dijo_ es una terapia holística y la valoro. Nunca se sabe cuando un atleta puede tener un problema grave y es importante poder hablar", concluyó.
Voces de deportistas de esta ciudad sobre un problema que requiere atención inmediata y trasciende las camisetas, campos de juego, géneros y territorios.