En el último Sudamericano de canotaje que se disputó en el lago Lagoa Santa de Minas Gerais, Tomás Britos y Bruno Benigno dejaron su sello, cosechando sendas medallas en kayak y en canoa respectivamente. Sus historias ligadas al canotaje son distintas, pero están unidas por la misma pasión.
Tomás tiene 14 años, nació 6 de noviembre de 2008 y hace seis años que se dedica al canotaje. “Si bien es una disciplina muy exigente, yo siempre venía al río, probé para ver de qué se trataba y me gustó, desde entonces remo todos los días”, contó el atleta que no tiene ningún tipo de influencia familiar en el tema.
Al Sudamericano clasificó tras una concentración que se llevó a cabo del 19 al 23 de julio en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Según el mismo aclaró “ahí hicimos varias pruebas. Clasificaron los ocho primeros y como yo salí décimo, me eligieron por criterio técnico”.
“Lo del criterio técnico es como rescatar a esos chicos que son potenciales talentos y que por una cuestión u otra no salieron primeros en el selectivo, pero después se ve en ellos una evolución en el corto plazo y sabés que ese chico tiene que estar”, explicó la entrenadora Mabel Borga.
Su 1,83 metro le abrió la puerta y confirmó que la elección había sido correcta cuando exhibió los resultados. En su primer año en la categoría cadetes y en su primer Sudamericano, Tomás fue medalla de oro en K4 500, de bronce en K4 1000 y salió sexto en K2000.
“Competir con los mejores de Sudamérica fue una experiencia hermosa. Estar ahí no me lo esperaba, me superó. En la pista solamente pensaba en poner lo mejor de mí y no estar nervioso, porque los nervios me anulan, me quitan fuerzas”, destacó Tomás, quien ya tiene en vista su próximo objetivo. “Ahora mi próxima meta es el Campeonato Argentino, que se va a correr en los primeros días de diciembre en Villa Constitución. Ahí me gustaría poder estar entre los tres primeros como para reafirmar todo el trabajo que se está haciendo”, contó el atleta que estudia en el segundo año del Colegio San José Obrero.
Bruno, en tanto, nació el 4 de diciembre de 2008 y a diferencia de Tomás si tuvo una influencia familiar para la práctica del deporte. Cuando era chico andaba en canoa, pero luego, básicamente para seguir con su grupo de amigos, se pasó al kayak hasta que volvió a la canoa hace ocho meses.
En el Sudamericano de Mina Gerais obtuvo dos medallas de plata. “En bote individual (C1), corrí 1500 metros y quedé en la tercera posición, pero como los dos primeros en la clasificación fueron brasileños y no pueden entrar en el podio dos de la misma nacionalidad, alcancé la medalla de plata”, explicó el palista. “En bote por equipo (C2), clasificamos segundos con Renzo Altamira, un chico de Mendoza, y también ganamos la medalla de plata”, destacó Bruno, quien cursa segundo primera en electrónica en el Colegio Salesiano San José.
Al referirse a esa experiencia, Bruno destacó: “Corrí contra los mejores del mundo. En C1 corrí con el que salió campeón del mundo unas semanas antes en el Olympic Hopes y éramos los terceros del mundo en botes de equipo. Entonces fue una linda medida para saber dónde estábamos parado. Y sinceramente estábamos cerca”, contó.
“Para entrar al Sudamericano tiré controles internos, los CTF que se hicieron en adero, y quedé en la primera posición, y por eso pude correr en un bote individual”, aclaró.
La prioridad la tiene el colegio y él lo sabe. “Estoy conforme con lo que hice, sobre todo porque tendría que venir seis veces a la semana, pero como tengo doble turno en el colegio, vengo cuatro. No me quejo, porque sé que si en el colegio no voy bien, chau canotaje”, confió.
A la hora de hablar de los objetivos, no dudó en señalar al Campeonato Argentino “donde trataré de alcanzar los primeros puestos y ya a partir de año que viene tengo los selectivos para ver si clasifico a los Olympic Hopes, que será cumplir otro sueño”, concluyó.
Para ir al Sudamericano se pudo armar un equipo grande, de 38 atletas y 5 entrenadores, lo que fue, sin dudas una apuesta muy fuerte. En ese sentido, Borga destacó que “la secretaría de Deportes de la Nación entendió la importancia de que estos chicos se fogueen y que tengan este tipo de experiencia en edades tempranas. Por eso, a pesar de la malaria del país, nos amplió tres veces el presupuesto y pudieron viajar como un equipo senior. Eso para una categoría en desarrollo, porque todos los que viajaron fueron menores y cadetes, en nuestro deporte es muy importante y estoy segura de que se van a ver los frutos”, concluyó la entrenadora.