“Es un monstruo. Es de otro planeta”, dijo el Chimy Ezequiel Avila días atrás cuando le preguntaron sobre Lionel Messi y ahora está muy cerca de tirar paredes con Leo con la camiseta del Barcelona. Es que, en medio de la crisis que afecta a la dirección técnica blaugrana, el club catalán está buscando alternativas para suplantar al uruguayo Luis Suárez y una de las opciones que surgió es la del Chimy, el joven delantero rosarino de 25 años que debutó en Tiro Federal, luego explotó en San Lorenzo y ahora atraviesa un gran momento en Osasuna.
Suárez estará cuatro meses de baja por una operación en la rodilla y desde la confirmación de ese período de recuperación los directivos de Barcelona empezaron a buscar un delantero alternativo y el nombre del Chimy comenzó a sonar con fuerza.
El club catalán quería reforzarse con un atacante de primer nivel y el que apareció como primera opción fue el también argentino Lautaro Martínez. Sin embargo, se le está complicando negociar por los montos elevados con que el Inter cotizó al ex Racing en el actual mercado de pases. El Chimy tiene una cláusula de rescisión de 25 millones de euros.
Es por ello que a los dirigentes se les ocurrió buscar a un delantero de buen rendimiento y con bajo perfil. Es decir, para la directiva culé la premisa “bueno y barato” cae como anillo al dedo para tratar de capear el temporal en el que está inmerso el club tras la eliminación de la Supercopa de España a manos del Atlético Madrid del Cholo Simeone.
Tan herido quedó el club de Messi y compañía que le costó el puesto al técnico Ernesto Valverde, quien ayer por la tarde dejó el cargo tras una reunión con el presidente blaugrana Josep Bartomeu. Es que la presión de los hinchas transformó en una caldera el banco de suplentes y el inicio del 2020 con derrota hizo recordar la eliminación en la Champios League a manos de Liverpool.
Hasta anoche el nombre del sustituto de Valverde no aparecía claro y el abanico de posibilidades se ampliaba con el correr de los rumores en el entorno blaugrana. Luego de la negativa de Xavi Hernández, un ídolo culé, el santafesino de Murphy y ex Newell’s Mauricio Pochettino desistió también de hacerse cargo y adujo su profunda identificación con Espanyol, el clásico rival de los culés. Entre los mencionados como futuribles apareció el actual técnico de Estudiantes de La Plata, Gabriel Milito, con pasado como jugador en Barcelona en la época de esplendor de Pep Guardiola como entrenador.
También Quique Setién, entrenador de Betis hasta el año pasado, suena fuerte para hacerse cargo.
De la opción elegida como DT dependerá la llegada del Chimy al poderoso Barcelona y el principal argumento a favor del joven rosarino es la ecuación costo-rendimiento, ya que Avila acumula 9 goles en el actual torneo, está a 4 de Messi, y el pasado sábado marcó otro en la Copa del Rey.
Antes de llegar al Osasuna, el Chimy desembarcó en España para defender la camiseta de Huesca. Allí jugó 69 partidos y marcó 19 goles. Una campaña que avala y agiganta las chances del pibe nacido en el profundo Empalme Graneros del noroeste rosarino.
Claro, en la competencia con otros 9 goleadores para sumarse al Barça, el Chimy debe vérselas con delanteros de la talla del uruguayo Edinson Cavani, el colombiano Radamel Falcao y el francés Olivier Giroud, todos mayores de 30 años y de probada eficacia en varios clubes del mundo, quienes también están en el radar del Barcelona.
Mientras, el Chimy no desespera y cuando fue consultado días atrás sobre esta chance declaró que, por supuesto, no sabe nada. “Tengo cuatro años más de contrato acá y mi cabeza está en la salvación del Osasuna. Intento disfrutar y no pensar tanto en el futuro para no desenfocarme”.
El Chimy sueña con tirar paredes con Leo Messi y, aunque ahora está la posibilidad de hacerlo con la camiseta de Barcelona, Avila se ilusiona con que el presente goleador le abra las puertas de la selección. “Ojalá se me dé. No sé si está cerca pero sé que tengo que seguir así, haciendo las cosas bien. Argentina tiene jugadores extraordinarios y tengo que prepararme muy bien por si me toca”, dijo.
Hay un antecedente que entrelaza a ambos jugadores y las camisetas: el 13 de abril del año pasado, en partido por la Copa del Rey española, el Huescas en el que jugaba el Chimy enfrentó al Barcelona de Leo. Al final del encuentro, y tras acordarlo por whatsapp, intercambiaron camisetas.