La situación de privilegio y cierta comodidad que da hoy la posición en la tabla hace que cada ocasión para ratificar el rumbo sea bienvenida, por eso en Central hoy hay más confianza que desesperanza, más certezas que incertidumbres. Después de la electrizante pero ajustada victoria frente a Independiente, el canalla se vuelve a poner la ropa de trabajo para desandar otros 90 minutos cuyo único objetivo será permanecer ahí arriba, en el primer tercio de la tabla de posiciones. Es que mientras eso se mantenga, siempre habrá más razones para confiar y creer que para entrar en el terreno de las dudas. Esta noche aquí en Tucumán, ante Atlético. el equipo de Miguel Ángel Russo se jugará una nueva patriada, como visitante y ante un rival que no las tiene todas consigo, pero al que deberá torcerle el brazo si pretende no resignar protagonismo.
La frase “son momentos” que tantas veces repitió Russo en su carrera y de la que parece estar convencido encaja perfecto en este presente de Central, que lo mejor que puede hacer es aprovechar el momento que le toca vivir, con resultados que acompañan, con un funcionamiento colectivo que se afianza y con individualidades que, por ende, están acomodando su nivel a lo que el cuerpo técnico pretende.
Lo del buen momento es real y fácil de explicar. Central cosechó 10 de los últimos 12 puntos en disputa, y sumados a aquellos puntos del buen arranque del torneo es lo que hace que el equipo de Russo pueda darse el lujo hoy de prestarle más atención a cuántas unidades tiene al líder River que a direccionar la mirada hacia abajo.
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Ignacio Malcorra traslada en el último partido de Central. El 10 es una de las principales armas en ofensiva.
Leonardo Vincenti / La Capital
Ese buen presente futbolístico Central lo acompaña con el semblante que generan, casualmente, los buenos resultados. Por ahí lo que hizo algo de ruido en estos últimos días en el campamento canalla es la rara situación que se vivió con Gaspar Servio (no formó parte de la delegación que viajó a Tucumán y en su lugar estará el juvenil Valentino Quintero), pero está claro que se trata de un hecho aislado, que difícilmente haya llegado a empañar la alegría que causó el triunfo del pasado miércoles, en el Gigante, ante el rojo.
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Como suele suceder en las últimas fechas, las dudas sobre la formación se hacen presente, pero todo se viene reduciendo a tres centrales o cuatro en el fondo, un zaguero o un volante ofensivo. Es que con un sistema u otro en líneas generales el equipo ha sabido amoldarse, lo que le da algo de tranquilidad al entrenador.
Y entre esa confianza que baja el cuerpo técnico y la respuesta que brindan los jugadores hay que hallar los motivos de esta, por ahora, muy buena campaña de parte del canalla. Pero claro, en la medida que los resultados acompañen siempre estará la idea de que se puede ir por más, que en este caso sería mantenerse en la conversación.
Sabe este Central que desde lo futbolístico no tiene para gastar a cuenta, pero debe entender que está frente a una buena oportunidad para aprovechar, ante un Atlético Tucumán que hace seis partidos que no logra sumar de a tres. De hecho, el decano ganó un solo partido en lo que va del torneo (en la 6ª fecha, contra Banfield). De ahí en más, lo que ocurra será pura y exclusivamente responsabilidad del canalla, en esto se hacer valer ese mayor peso futbolístico que hoy tiene, por encima del rival de turno.
Está claro que Central vive el día a día, sin prestarle demasiada atención a los pasos que debe dar en el futuro, pero el partido de esta noche en Tucumán servirá como tester para lo que vendrá el próximo domingo, otra vez en el Gigante. No es lo mismo recibir a Boca con la obligación de reponerse de un mal resultado que hacerlo con ínfulas de equipo protagonista.
Entre tantos otros desafíos, Central deberá demostrar que la aclimatación a la condición de visitante ya es un hecho y que puede servirse de todas aquellas facultades que le permitieron ganar en cancha de Huracán y jugar de la manera que pretendió en el clásico. Es que dando un nuevo paso en firme en ese terreno podrá cumplir con el objetivo de fondo, que es volverse de Tucumán con algo en el bolsillo, y si es con los tres puntos, mejor.
Como se preveía, Gaspar Servio no viajó
Finalmente Gaspar Servio no formó parte de la delegación canalla que viajó a Tucumán para enfrentar a Atlético. El arquero, que el pasado miércoles intimó a Central para que en el plazo de 48 horas le abonara la deuda que el club había contraído en la gestión anterior, le había dicho a Russo (el viernes) que no lo tuviera en cuenta porque iba a quedar libre por falta de pago. Lo cierto es que la dirigencia el viernes por la tarde le depositó el total de la duda, por lo que deberá continuar en Arroyito, donde tiene contrato hasta diciembre de 2023. El puesto de arquero suplente en esta ocasión será para el juvenil Valentino Quintero.
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En lo que tiene que ver con el equipo, Russo no confirmó los once y por eso la duda sobre si mantendrá la línea de cuatro defensores o volverán los tres centrales en el fondo, aunque todo parce indicar que esta vez Juan Cruz Komar seguirá en el banco de suplentes.
En total son 23 los futbolistas que Russo llevó a Tucumán. Además de los que se presumen titulares viajaron: Valentino Quintero, Facundo Agüero, Juan Cruz Komar, Ismael Cortez, Lucas Rodríguez, Agustín Toledo, Tomás O'Connor, Gino Infantino, Luciano Ferreyra, Luca Martínez Dupuy, Jhonatan Candia y Octavio Bianchi.