En el cierre de un semestre malo, Central intentará ponerle algo de decoro. Pero claro tomar el partido frente a Sol de Mayo por Copa Argentina de una forma liviana, por el simple hecho de mejorar lo realizado hasta aquí sería un error. Porque los 90 minutos de esta tarde-noche en Santa Fe no serán de un partido más (será el primero sin su gran emblema Marco Ruben) para un equipo canalla que se jugará demasiado de cara al futuro, incluso tocando muy de cerca al entrenador Leandro Somoza, hacia quien parece haber un respaldo marcado de parte de la dirigencia, pero sobre quien nadie se anima a poner las manos en el fuego respecto a su continuidad en caso de un mal resultado. Así están planteadas las cosas hoy en Central en la previa de un partido que se las trae, ante un rival de mucha menos categoría, lo que hace que las obligaciones del canalla trepen hasta el punto más alto. De sortear a Sol de Mayo, Central enfrentaría en 16avos de final a Quilmes.
En otro momento, esta excursión a la capital provincial para Central se vería acompañada con un halo de tranquilidad, pero por cómo están las cosas en Arroyito lo de hoy entra dentro de esa olla en ebullición que es el fútbol canalla, con un equipo que viene de quedar último en su zona en la Copa de la Liga Profesional, que cambió de entrenador a mitad de camino y que pese a ese golpe de timón el rumbo no se enderezó todavía.
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Gamba volverá a ser titular en el ataque de Central. Será el acompañante de Alejo Veliz en la ofensiva.
Leonardo Vincenti / La Capital
Es justamente ese andar cansino del equipo desde que Somoza tomó las riendas que la garantía de las que debiera gozar el entrenador no tiene todos los sellos estampados. El escenario es sencillo de comprender: a nadie se le cruza por la cabeza que Sol de Mayo sorprenda a Central, pero es una de las posibilidades y si eso sucede podría aparecer alguna determinación que vuelva a romper los esquemas en Arroyito. Podría ser la dirigencia la que determine que es un ciclo cumplido o podría ser el propio entrenador el que decida no continuar. Pero también está la otra posibilidad, la de asumir el presente, respaldar y que las cosas continúen como están, con un cuerpo técnico que no sólo ya tiene diagramada la pretemporada, sino que hizo saber que hay jugadores que ya no serán tenidos en cuenta y que hay puestos ya apuntados en los que sí o sí se necesitarán refuerzos. Nunca es aconsejable poner el carro por delante del caballo y lo conveniente es esperar a que las cosas sucedan, pero no es erróneo plantearse las distintas alternativas frente al peor escenario.
Central tiene en la historia reciente un par de antecedentes que le generaron un tremendo dolor de cabeza, uno de ellos precisamente frente al rival de hoy. Es que allá por 2019 fue el Central del Loncho Paulo Ferrari el que se quedó afuera en 32avos ante Sol de Mayo (también en Santa Fe, aunque en cancha de Colón) y más acá en el tiempo algo similar le sucedió al Central del Kily González, frente a Boca Unidos de Corrientes en San Nicolás. Por eso los reparos lógicos, en una competencia que, también hay que decirlo, en los últimos 10 años al canalla les trajo más alegrías que tristezas.
Pero el verdadero problema de Central hoy no es Sol de Mayo, sino Central mismo. Las dudas están en ese andar que fue endeble frente a la mayoría de los equipos y que sólo pudo permitirse una sonrisa contra rivales disminuidos en su potencial, como el alternativo de Colón y la reserva de Estudiantes.
En el inicio de la temporada en Central se plantearon tres grandes objetivos, el primero era hacer un buen campeonato y lograr la clasificación a los cuartos de final, algo que no sucedió; segundo ganar el clásico (tampoco pudo lograrlo) y el tercero es el que tiene que ver con el partido de hoy en Santa Fe por Copa Argentina. Y ahí está el meollo de la cuestión, en entender que si aquellas dos primeras metas no fueron logradas, en esta tercera apuesta no puede fallar.
Desde lo futbolístico, Leandro Somoza no va a inventar la pólvora ni nada que se le parezca, tiene un grupo de jugadores que casi siempre utilizó y con los que se la jugará en esta oportunidad, con la inclusión de Lucas Gamba en reemplazo del ya ausente, de manera definitiva, Marco Ruben.
Noventa minutos en lo que habrá mucho en juego para Central, ante un rival de menor valía y es eso lo que, en definitiva, obliga aún más al canalla. Para el canalla el partido de hoy debiera ser una llama que ilumine el camino.
Sol de Mayo, de buen presente en el Federal A
Así como Central llega al partido por Copa Argentina con una victoria bajo el brazo, a Sol de Mayo le sucede lo mismo. Es que el mismo día que el equipo de Leandro Somoza venció a Estudiantes, el conjunto de Viedma hizo lo propio por 1 a 0 frente a Sportivo Peñarol de San Juan, por la séptima fecha del torneo Federal A.
Será la segunda vez que Central enfrente a Sol de Mayo en Copa Argentina (la anterior fue en 2019 y los rionegrinos se impusieron por penales), por lo que en Arroyito ya tienen referencias de qué equipo se trata. Milita todavía en el Federal A, donde este año conforma la zona A y se encuentra, con 13 puntos, a cuatro unidades del líder Olimpo, aunque Sol de Mayo tiene un partido menos porque ya quedó libre (en la 1ª fecha).
Su andar en el torneo es más que bueno. Es que después de ese arranque en el descansó, el equipo disputó seis encuentros, de los cuales ganó cuatro, empató uno y perdió el restante. Derrotó a Círculo Deportivo de Nicanor Otamendi (2-0, L), Liniers de Bahía Blanca (2-1, V), Ferro de General Pico (1-0, V) y Sportivo Peñarol de San Juan (1-0, L); empató con Deportivo Argentino (0-0, V) y perdió frente a Juventud Unida de San Luis (0-1, V).
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Sol de Mayo tiene como objetivo el ascenso a la Primera Nacional, pero querrá amargarle la vida a Central.
De aquel equipo que a fines de febrero de 2019 lo dejó afuera del torneo a Central prácticamente no quedan jugadores. En estos últimos tres años Sol de Mayo sufrió una renovación importante. Uno de los pocos jugadores que se mantiene en el plantel es el defensor Lucas Malacarne, pero que no siempre forma parte del equipo titular. Su entrenador es Marcelo Pontirolli, el recordado exarquero de Argentinos Juniors, entre otros, quien tomó las riendas del equipo de Viedma a principios de este año. Por supuesto todas las fichas de Sol de Mayo están puestas en torneo Federal A, donde la intención es lograr el ascenso a la Primera Nacional y por eso Pontirolli lejos de guardar jugadores en el último partido decidió darles rodaje a prácticamente todos aquellos futbolistas que suelen ser titulares.
Hoy el equipo base de Sol de Mayo es con: Nicolás Mazza; Maximiliano Paredes, Franco Flores, Diego Zalazar, Fabricio Elgorriaga; Mariano Rivadeneira, Lucas Argüello, Juan Andrés Aguirre, Gonzalo Muscia; Iván Escobares y Lucas Siamparelli.
Desde lo estratégico, Sol de Mayo es un equipo que en el Federal A intenta asumir el protagonismo, cualquiera sea la cancha en la que juegue, lo que indudablemente podría sufrir una alteración para el choque de hoy, teniendo en cuenta que se va a enfrentar a un equipo de primera división.
Tácticamente juega con un 4-4-2 clásico, intentando los desbordes por las bandas y eso es algo que Pontiroli deberá analizar en esta ocasión. Desde Viedma aseguran no sólo es difícil que altere esa idea, sino que la idea es potenciarla, para que el equipo evite descompensarse.
Hace tres años metió el batacazo en cancha de Colón frente al Central del Loncho Ferrari (fue su primer partido como DT canalla) y ahora el equipo rionegrino vendrá a Santa Fe con la misma misión, amparado fundamentalmente en el buen andar que está mostrando en el torneo Federal A, que lo tiene como uno de los principales animadores en su zona.