Eduardo Coudet tiene tarea extra para la semana. Solidificar la última línea es el tema excluyente de la agenda auriazul. Central mostró ser un equipo permeable, endeble en el retroceso y frágil cada vez que el rival lo ataca. Encima paga cualquier error en su propia área sacando del medio, algo que oxida la confianza individual y colectiva. Si se quiere, lo positivo de esta cuestión es que el propio Chacho reconoce el problema sin esconder la tierra debajo de la alfombra. "Damos la sensación de inseguridad. Estoy preocupado", asumió el DT, tras lo que fue la dura derrota por 2 a 0 ante Vélez en Liniers. El equipo ya había entregado indicios de desatenciones ante Rafaela por Copa Argentina. Por ello el conductor auriazul deberá machacar sobre los conceptos defensivos y coordinar mejor los movimientos de la última línea, más allá de que pueda ensayar variantes nominales en pos de custodiar mejor su propio arco. Ahora bien, ¿qué opciones tiene a mano Coudet para ganarle la batalla a esa sensación de inseguridad que lo tiene preocupado?