Central fue con sus convicciones a Chile a buscar la victoria para quedar como líder del grupo A. Pero los imprevistos fueron vistiendo de hazaña a la misión. Porque ni el más pesimista de la delegación pensó que en el inicio se quedaría con diez hombres. Aunque pese a eso fue predominante. Y eso que al ratito no sólo estaba en inferioridad numérica sino también en desventaja en el resultado. No obstante el equipo del Kily fue una y otra vez. Como supo. Como se lo propuso. Con determinación. La que lo llevó a empatar. Igualdad en la que fue clave Jorge Broun con siete grandes atajadas.
El mérito colectivo de Central fue no darse por vencido ni aún en las condiciones adversas. Porque cuando las contrariedades le adelantaron la noche, se iluminó con esfuerzo y se las ingenió para avanzar. Porque el 4-4-2 inicial mutó en 4-4-1. Y fue igual. Es que los canallas no se amilanaron. Es que testearon enseguida las debilidades del rival. Y fortalecieron su confianza. Por eso consiguió un rédito que al final del primer tiempo parecía difícil. Aunque no imposible.
Minuto 10. Luca Martínez Dupuy comete la segunda infracción consecutiva y el árbitro Raphael Claus le muestra la segunda amarilla para luego extraer la roja. Pecado de juventud del delantero mexicano. Exagerada rigurosidad del juez brasileño. Central en el arranque ya tenía uno menos. Un hecho que no es excepcional. Pero no es habitual que un equipo se quede con diez tan pronto. Primera contrariedad.
Minuto 34. Un lateral ofensivo de Huachipato hace picar la pelota dos veces en el área canalla y los defensores miran pensando que se va por la última línea. Pero no. Aparece un jugador chileno la empuja para atrás y Altamirano patea al gol. 1 a 0. Segundo percance.
Pero en ese contexto adverso, Central fue superior. Porque comenzó veloz e incisivo, generando situaciones coordinando con rapidez del medio hacia adelante, con la dinámica de Zabala, la habilidad de Ferreyra y la movilidad de Gamba.
Si incluso cuando se quedó con uno menos se las ingenió para no perder profundidad, claro que ya no podía ejercer presión adelante, pero sí mantuvo el orden para llegar por los extremos a posición de gol.
Claro que Huachipato tuvo como mérito la búsqueda de armar su juego, y más allá de algunas limitaciones, el equipo del rosarino Juan José Luvera pudo generar riesgo en el arco de Broun. Más en el final. Donde Broun se erigió en figura.
Pero Central no dio por terminada la historia y escribió el último capítulo. En el que ancló su credo.
Minuto 67. Alan Marinelli se mandó por derecha metió un centro perfecto para Zabala y el volante ofensivo metió un zapatazo para sellar el empate. Lo que podía ser improbable se hizo factible.
Y hasta tuvo otra el ex Unión, pero su remate lo despejó el arquero local con una extraordinaria volada.
Al final el partido terminó en la incertidumbre. Lo pudo ganar Huachipato. Pero Broun lo impidió. Y repartieron puntos. Que por el trámite fue meritorio para Central porque estuvo en partido siempre más allá de los contratiempos.