Central jugó para el demonio, fue un espanto y no pudo doblegar al humilde Sol de Mayo de Viedma en los 90 reglamentario. La llave se decidió desde los penales y allí sí logró maquillar lo que hubiese sido un papelón y venció en la tanda desde los doce pasos por 5 a 3. Con lo justo, sufriendo tras el 1 a 1 decepcionante y pendiendo de un hilo, pasó a los 16 avos. de final de la Copa Argentina y se las verá con Quilmes. Flojísimo partido, pero clasificación al fin de los canallas. Descomprimió una noche muy caliente.
Es que Central redondeó un partido acorde a la temporada en la que fue último en la zona B en la Copa de la Liga. No tuvo juego, intensidad ni ideas para imponer condiciones ante un rival del Federal A. El gol de Gamba no le sirvió de mucho y apenas igualó 1 a 1 con los rionegrinos en los 90. Y desde los penales Servio le atajó a Escobares y el pibe Buonanotte facturó el tiro del boleto a la siguiente ronda.
En cuanto al partido, Central comenzó con la posesión y el dominio de la pelota. Avisó con un cabezazo de Claudio Yacob en el corazón del área que se perdió afuera. Parecía tener las coordenadas del partido desde el control del balón y los espacios. A los 14 minutos, Almada despejó largo, corrió Gamba al vacío y madrugó en el pique de la pelota al arquero Nicolás Maza, que lo tumbó de manera imprudente. Penal torpe del guardameta de Sol de Mayo.
El propio Gamba se hizo cargo de la situación, ya sin Marco Ruben, y remató con solvencia a la derecha del uno rival. Gol, ventaja y ¿camino allanado? Nada de eso.
Porque si bien el primer parcial, que era abrir el marcador, lo sacó adelante, después falló en afianzar su dominio ante un rival inferior desde la categoría, pero no desde las ganas y la ambición de pasar de fase. Desde ahí el equipo de Somoza en vez de acentuar el dominio de la pelota e incrementar la intensidad en busca de terminar de domesticar al rival, le permitió ponerse de pie.
A los 26 minutos llegó el balde agua helada al 15 de Abril. Desde unos 30 metros y desde la izquierda, el lateral Fabricio Elgorriaga lanzó un centro venenoso que se le coló a Servio en el segundo palo y decretó el empate. No ligó nada el canalla en esa acción. Y entonces debió volver a empezar, pero ahora con más dudas y con la ansiedad de su gente, que copó el estadio, en franco aumento.
Central repartió la tenencia y Sol de Mayo comenzó a ganar los rebotes. Quedó atrás la supremacía inicial del canalla en esa etapa inicial. Igual hubo un tiro alto de Marcelo Benítez y después Gamba no logró acomodarse tras un buen centro de Montoya desde la derecha.
Central se fue al descanso envuelto en dudas. Porque amagó con tener el partido de rienda corta, incluso se puso en ventaja, pero después sufrió muchísimo un zapatazo casi desde Viedma de Elgorriaga y con el empate se le empiojó la noche.
Igual hasta ahí los de Somoza no lograron plasmar la supremacía lógica de categoría con un rival del Federal A, ni en juego, precisión ni intensidad física.
El complemento arrancó con Central buscando reaccionar rápido. A medida que avanzaba el reloj la mochila de la obligación se hacía más pesada. Almada pateó cruzado y tapó el arquero.
Central no lograba imponer condiciones a partir de una tenencia inteligente. Era previsible, errático y frágil atrás.
A los 13 minutos Elgorriaga volvió a desefundar y su latigazo reventó el palo del arquero Servio. Un chance neta que movió más que el arco canalla. Fue automática la respuesta de la multitud auriazul. Comenzaron los cánticos de reprobación hacia los jugadores y los dirigentes. Es que Sol de Mayo era prolijo con la pelota y olía que Central estaba herido. Tres bombas de estruendo cayeron en al área de Servio lanzadas desde la propia parcialidad canalla.
Somoza movió el banco. Adentro los pibes Tanlongo y Buonanotte. Un tiro en el palo de Komar pudo descomprimir la noche, pero no.
La pelota pesaba mil kilos en los pies canallas. Todo era ansiedad, nerviosismo y casi nada de fútbol. Con camisetas diferentes nadie hubiese adivinado quién era de la primera y quién del ascenso. Buonanotte casi clava un buen tiro libre.
El final se hizo dramático. Porque Central era un manojo de desaciertos y Sol de Mayo jugaba con una dignidad admirable, sin meterse atrás ni especular. Pitó Merlos y a los penales.
Y desde los doce pasos pasó Central por una buena atajada de Servio y el remate final de Buonanotte para el 5 a 3.