“Todo el mundo pide rapidez y yo soy el que más paciencia tiene”. La frase que Miguel Angel Russo tiró tras la victoria por 2 a 0 frente a Huracán es todo un disparador en medio de este presente de Central, en el marco de una campaña más que aceptable, pero que pese a las apenas ocho fechas que se llevan disputadas tuvo ya sus vaivenes, por eso también dijo “estamos en un mundo en el que un día es catástrofe y al otro día está todo bien, pero ni una cosa ni la otra”. Pasando en limpio: después de la mejor producción futbolística del equipo (sobre todo por lo hecho en el primer tiempo) el gran desafío de Russo y sus dirigidos será mantener la línea y no olvidarse inmediatamente de todas esas cosas buenas que el canalla hizo en el Tomás A. Ducó.
Gimnasia planteará posiblemente otro tipo de partido a lo que hizo Huracán, pero para Central será clave no establecer retrocesos en lo que hace al juego. Allí es donde talla de manera directa esa frase de Russo sobre la diferencia entre la rapidez (de los agentes externos) y la paciencia (la que viven los protagonistas).
Aun en medio de unos cuantos resultados que le dieron la derecha, al equipo le costó desde lo futbolístico. Ejemplos sobran en este incipiente arranque del torneo. Porque no siempre este Central de Russo pudo hacer gala de una supremacía absoluta. Es más, hubo ocasiones en las que ese “está todo bien” al que hizo referencia el entrenador lo brindaron únicamente los resultados.
Sí entiende Ruso que el partido contra Huracán fue de lo mejor que mostró su equipo. Y conociendo el modo de trabajar del técnico canalla, en todos estos días previos habrá trabajos que tengan que ver estrictamente con lo táctico o estratégico, pero también con lo emocional.
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En los pies de Ignacio Malcorra, Central encontró la llave del triunfo en el partido contra Huracán.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Las cosas pueden salir bien, regular o mal desde lo futbolístico, pero Russo seguramente no aceptará que su equipo entre en un terreno de distensión por ese pequeño paso hacia al frente que dio desde el juego en cancha de Huracán. Y, se sabe, hay un contexto en el medio que colaboraría para que el verdadero foco de atención (Gimnasia) en cierta forma se pierda sencillamente por lo que muchos en el mundo Central tienen ya entre ceja y ceja, que es nada menos que el clásico ante Newell’s.
Esa paciencia a la que hizo referencia Russo seguramente tiene que ver con eso, con el hecho de vivir el día a día, sabiendo que si en cancha de Huracán se dio un pasito hacia adelante lo peor que le puede pasar al equipo es evidenciar un grado, por mínimo que sea, de involución.
No fue poco para Central haberse vuelto de Parque Patricios sabiendo que su andar durante el partido dependió mayoritariamente de las bondades propias que de las que propusiera el rival o que las esperanzas de un buen resultado nunca quedaron a expensas de una acción fortuita o como consecuencia de alguna maniobra individual. Por eso, ¿qué es lo que debe buscar Central el viernes ante Gimnasia? Que el equipo sienta que está en plenas facultades de manejar el trámite del partido. Que eso no suceda sí significaría un retroceso desde lo futbolístico, independientemente de las bondades que pueda mostrar Gimnasia.
A esta altura de la semana se puede hablar de la táctica, sobre si Russo mantendrá la línea de tres centrales en el fondo; si la estrategia será similar a la del partido con Huracán o habrá un mayor grado de osadía; si los intérpretes serán los mismos o si aparecerá algún retoque; pero será a partir de la paciencia de la que habló el entrenador canalla desde donde debe germinar el aplomo del equipo para que el viernes por la noche lo que se dé sea otro paso en firme.
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Alejo Veliz intenta proteger el balón, frente a a marca de defensor de Huracán. Central viene de hacer un buen partido.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Después de lo que fue la mejor producción futbolística en el torneo, Central tiene la obligación de que esos 90 minutos contra Gimnasia sean lo más importante y que a la hora de mirar hacia otro lado el foco se ponga en el pasado, en esto de intentar repetir, y no en el futuro, por más importante que sea.
Russo empieza a definir el equipo
Central tuvo este martes su segundo día de entrenamiento de una semana corta, que desembocará en el partido del próximo viernes ante Gimnasia (a las 19, en el Gigante y con arbitraje de Silvio Trucco) y para Miguel Angel Russo el tiempo se empieza a acortar sobre el equipo que pondrá en cancha, con la incógnita en el medio respecto a si mantendrá esquema y nombres o si se inclinará por alguna variante. Lo que es seguro es que en caso de volver al sistema tradicional de cuatro defensores el que estaría dejando la titularidad sería Juan Cruz Komar, para que ingrese un mediocampista o bien otro delantero.
Si el entrenador se guía pura y exclusivamente por la respuesta que entregó el equipo en el último partido no debiera tocar nada, pero mucho dependerá del análisis que realice sobre la forma de jugar de gimnasia, sobre todo en ofensiva. Por ahí puede entender que son demasiado tres centrales en caso de que Gimnasia juegue con un solo punta (Tarragona).
Sí es un hecho que la mayoría de los nombres se repetirán y que sólo podría aparecer un cambio si es que se pasa del sistema de tres centrales a la línea de cuatro. En ese caso posiblemente se abra una vacante para algún otro jugador con vocación más ofensiva.
La reserva de Pirulo Rivarola va por otro triunfo
La reserva de Central jugará hoy, a las 11, frente a Gimnasia, el La Plata, donde el equipo que dirige Germán Rivarola irá en busca de un nuevo triunfo, tras la victoria ante Huracán por 3 a 1. Pirulo convocó a 20 futbolistas: Valentino Quintero, Lucas Cuevas, Luca Raffin, Kevin Silva, Guido Birse, Ulises Ciccioli, Mateo González, Lautaro Figueroa, César Amarilla, Carlos Campos, Ramiro Peralta, Santiago García, Tomás Ramírez, Leandro Iglesias, Ignacio Zapulla, Rodrigo Mosqueda, Juan Cruz Cerrudo, Cristian Bonesso, Octavio Rubarth y Agustín Módica.