En un encuentro intenso, extremadamente físico y plagado de errores, imperfecciones y desatenciones, Central consiguió un empate 3 a 3 ante River Plate cuando parecía que el partido se le había escapado de las manos en el Gigante de Arroyito, por la cuarta fecha de la Zona 1 del torneo de primera división.
Tras un gran recibimiento de su gente (con exceso de pirotecnia) en un Gigante repleto, el canalla encendió la ilusión en la primera jugada, con un toque constante y rotación en ataque. Pero River también dejó en claro su pretensión de presionar arriba y no darle respiro al local.
Y, a los 5', el baldazo de agua fría: de un tiro de esquina, Alario se elevó anticipando a Larrondo y, tras un pique en el área, el Melli García se estiró sobre el segundo palo y apenas si pudo rozar el balón sin desviarlo. River se puso así 1 a 0 desde el arranque.
Central sintió el golpe y sacó a relucir su orgullo. Mostró los dientes y se fue arriba. Y a los 14', Larrondo dejó mano a mano al Chaqueño Herrera con el arquero millonario. El delantero, que hoy volvió a vestir la casaca auriazul ante la ausencia de Marco Ruben, pisó el área con pelota dominada y definió muy bien por sobre Barovero. Otra vez estalló el Gigante, otra vez como al principio.
Pero en el cachetazo de la visita y la respuesta del local, el que salió ganando fue Central. Envalentonado tras mostrar las flaquezas de la última línea millonaria, el conjunto de Coudet se entregó a un partido físico, peleando todas y forzando el error de River, que por algunos minutos no supo hilvanar una salida con claridad.
Pero, a los 27'. el que se equivocó fue Pinola. La presión de Viudez surtió efecto en la última línea canalla, Alario aclaró el ataque con un taco y apareció Mora desde atrás para que River encuentre el 2 a 1.
Si, como asegura Coudet, Central se construye de atrás para adelante, tres errores de Pinola en la zaga obligaron al canalla a trabajar más de lo previsto en la primera etapa.
En el complemento, River empezó inexplicablemente lanzado al ataque y descuidando la última línea. Y Central aprovechó para meter presión y situarse en el campo contrario. Así el partido otra vez ganó en intensidad y a las chances que generó el canalla se sumaron los espacios que encontró el millonario.
A los 18', otro error atrás que influyó directamente en el resultado. Alario metió un cabezazo, Larrondo quiso despejar y convirtió un gol en contra de su propia valla. Un 3 a 1 que mostraba más las imperfecciones que las virtudes de River para sacar esa diferencia.
Pero Central no bajó los brazos y mantuvo la presión. Y a los 29' Larrondo se redimió y encendió la mecha de la ilusión: River marcó mal en un tiro libre y el delantero no puso bien la cabeza pero la pelota fue al arco y Barovero no pudo evitarlo.
En el descuento (el partido estuvo detenido cerca de diez minutos por inconvenientes con la iluminación) Central se exigió al máximo y dejó el corazón y el físico en busca del milagro, que llegaría a los 50'. El centro superó a Maidana, Donatti la metió de cabeza y Larrondo, parado en medio del área chica, la empujó al fondo de la red.
Y los cinco minutos que quedaban serían una tortura para el muñeco Gallardo, con River desbordado en lo físico y en lo anímico. Larrondo desperdició la más clara, rematando al lado del palo de Barovero.
Fue 3 a 3 en el Gigante, Central mantuvo el invicto pero le faltó suerte para seguir con puntaje ideal.