Carlos González apareció entre los titulares de Newell’s. El nueve que llegó como refuerzo era la gran esperanza de Newell’s para el clásico, ante la sequía de goles. Su actuación no fue la esperada. Carlos Quintana lo borró de la cancha y en la única que tuvo, Jorge Broun le ganó el mano a mano. Para colmo, en su primer clásico rosarino, perdió por 2 a 1.
El paraguayo fue el quinto centrodelantero que probó Mariano Soso en 6 fechas, sin que ninguno de los anteriores se ganaran el puesto. Lo de Cocoliso es muy reciente y sería injusto que por lo realizado frente a Central que merezca un análisis tajante.
Lo concreto es que durante los 90’ del clásico, el nueve que llegó de Xolos de Tijuana no pesó en el área canalla. Quintana le ganó el duelo individual, preferentemente de arriba. Tampoco lo asistieron como debía, aunque no es excusa.
Tuvo una y tapó Fatura Broun
La única vez que se soltó y dejó atrás su marca fue en la jugada que inició Sotelo y que le dio Banega con un centro rasante. Quedó de frente a Broun y el arquero le achicó y desvió el remate.
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El delantero tuvo un rendimiento lejos de lo que se requería para el clásico. Pero fue su segundo partido, y el primero completo. Es el menos culpable de todo lo que pasa. Se aguarda que brinde mucho más en una posición por donde pasaron Silvetti, Juanchón García, Nazareno Fúnez y Joaquín Plaza, quien había jugado la fecha pasada desde el inicio y para el clásico fue directamente desafectado del plantel.