Eso de que equipo que gana no se toca no siempre se cumple. Al menos no siempre es factible de llevarlo a cabo. Es que además de decisiones tácticas hay imponderables que meten la cola, como las lesiones y las suspensiones. Desde la asunción de Leonardo Fernández al frente del primer equipo, el canalla se codeó más con los buenos resultados que con los otros. De los 9 que dirigió, ganó 6, empató 2 y perdió el restante (20 puntos sobre 27 posibles). Un contexto ideal como para imaginar equipos repetidos en varias ocasiones, pero no fue lo que sucedió. En esos ocho pasos de un partido a otro, el técnico jamás pudo repetir los once. Y a partir de mañana habrá que sumarle un eslabón más, ya que contra Godoy Cruz no estarán los mismos que empataron frente a Lanús.