Un futbolista de Ecuador fue asesinado a tiros en el marco de un violento episodio atribuido a la espiral de violencia narco en su país. En septiembre, hace apenas algo más de dos meses, otros tres jugadores habían sido acribillados, uno de ellos presuntamente por un caso de apuestas ilegales. Y en octubre atacaron a otro.
El jugador asesinado es el defensor Mario Pineida, quien jugaba en Barcelona de Guayaquil, uno de los equipos grandes de Ecuador.
Pineida, a quien le decían Pitbull, tenía 33 años. Había integrado la selección ecuatoriana que disputó las eliminatorias para los Mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022. También jugó en Fluminense durante una temporada.
El asesinato del futbolista ocurrió en la zona norte de la ciudad de Guayaquil. Además de Pineida, murió otra persona y una tercera resultó herida.
El jugador fue atacado cuando se encontraba en una carnicería por dos sicarios que se movilizaban en moto, según el primer reporte policial.
Leer más: Newell's ya piensa en refuerzos: ¿qué defensor del fútbol mexicano está en carpeta?
Violencia narco en Ecuador
Un rato después del ataque, Barcelona informó en sus redes sociales que fue "notificado de manera oficial sobre el fallecimiento de nuestro jugador Mario Pineida, hecho ocurrido tras un atentado en su contra".
"Esta lamentable noticia nos mantiene profundamente consternados a todos quienes formamos parte de la institución y nos enluta", agregó la institución.
El jugador fue atacado cuando se encontraba en una carnicería por dos sicarios que se movilizaban en moto El jugador fue atacado cuando se encontraba en una carnicería por dos sicarios que se movilizaban en moto
Por su parte, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) expresó que condena la violencia de la que ya fueron víctimas varios futbolistas.
Ecuador afronta una espiral de la violencia narco y cerrará el año con la peor tasa de homicidios de Latinoamérica: 52 por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con el Observatorio del Crimen Organizado.
En ese marco, el fútbol se convirtió en un deporte de alto riesgo en Ecuador al estar acosado por sicarios y amenazas de amaño de partidos.