—¿Cuál es la tarea de un quiropráctico?
Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
—¿Cuál es la tarea de un quiropráctico?
— Los profesionales quiroprácticos analizan y corrigen subluxaciones vertebrales. Una subluxación vertebral es el estado de una vértebra que ha perdido su posición normal y afecta con ello a un nervio o a la médula espinal, produciendo interferencia en la transmisión de impulsos mentales entre el sistema nervioso y el resto del cuerpo. Para decirlo de otro modo: cada vértebra tiene que tener una posición determinada; si la vértebra se "tuerce" o se "corre" la columna pierde su línea normal y eso es una subluxación. En una consulta habitual, el quiropráctico palpa la espalda del paciente y mide su columna vertebral. Si detecta subluxaciones realiza un ajuste que tiene por finalidad volver a ubicar la vértebra en la posición que la columna requiere. La tarea de los quiroprácticos es mantener totalmente libres los canales vertebrales por donde viaja la información proporcionada por el sistema nervioso a todas las células.
— En general ¿por qué recurren las personas a su consultorio?
— La mayoría de los que consultan por primera vez lo hacen porque les duele o molesta algo: la espalda, las piernas, la cabeza, alguna articulación. Con el tiempo y la educación quiropráctica comprenden que una columna subluxada no siempre da síntomas. De hecho, cuando termina doliendo algo (la cabeza, por ejemplo) hay una subluxación que tiene veinte o treinta años de historia. Claramente, su corrección es mucho más lenta y difícil que si la hubiésemos detectado a tiempo. Por esto es tan importante que los niños controlen su columna. Una subluxación corregida apenas se produce evita padecimientos en la vida adulta.
— ¿En qué aspectos de la salud humana incide una subluxación?
— Hipócrates, padre de la medicina decía: "Hay que tomar conocimiento de la columna vertebral porque ello es requisito para tratar muchas enfermedades". Y estaba en lo cierto. Hoy sabemos que nuestro cuerpo es como una orquesta en la que el director imparte las órdenes para que todo suceda equilibradamente. Ese director, nuestro sistema nervioso, es el responsable de que los impulsos nerviosos transmitan la información necesaria para el correcto funcionamiento de los órganos. Cuando existe una interferencia en estos impulsos, los tejidos u órganos no logran funcionar adecuadamente predisponiéndonos a enfermedades. Los órganos más importantes del sistema nervioso, el cerebro y la médula espinal, están protegidos dentro de una envoltura ósea que forman el cráneo y la columna vertebral. Es así como la columna pasa a ser un delicado centro de observación: ella brinda apoyo y protección a estos nervios vitales, puede también causar irritación al sistema nervioso cuando no funciona de forma óptima. Una subluxación puede poner en peligro la salud de todo nuestro sistema. Por eso, la quiropraxia no cura sino que protege y restaura las condiciones bajo las cuales un cuerpo es saludable.
— Entonces, ¿la quiropraxia no sólo se ocupa de las dolencias de la columna?
— Exactamente. Esa es la verdadera riqueza que la quiropraxia le aporta al ser humano. Su intervención brinda organización a todos los tejidos y sistemas del cuerpo humano. Pongo dos ejemplos...Pensemos en un deportista. Las decisiones mentales, emocionales, físicas y las respuestas de velocidad durante la práctica en un deporte dependen absolutamente de los impulsos mentales llevados por el sistema nervioso. Esto necesita de una columna sana y sin subluxaciones que le permita a ese sistema transmitir sus impulsos sin interferencias para correr más rápido o tener mayor fuerza muscular al jugar un partido. Otro ejemplo: un niño que va al colegio. Una columna sana le permite tener músculos espinales fuertes para llevar una mochila, realizar actividad física o jugar en el recreo sin lesionar músculos y articulaciones. Además la quiropraxia ayuda a liberar los impulsos nerviosos que recorren la médula y mantienen protegido inmunológicamente a su organismo, reduciendo la posibilidad de enfermarse.
— ¿Tiene riesgos esta práctica?
— ¡Absolutamente ninguno! Es una profesión segura que no instala temores en la vida de las personas. Trabaja con la dinámica de fuerzas que interactúan sobre cada ser humano, en lo cotidiano, durante el ejercicio, el trabajo, el sueño o descanso, durante las vacaciones, al estar sentados o bailando, estudiando, escribiendo, usando cada dos segundos los teléfonos celulares con la flexión exagerada de la columna cervical. En todas estas situaciones cada fuerza tiene que ser sostenida por los músculos que necesitan de órdenes nerviosas claras, ininterrumpidas, eficientes, que sean llevadas de forma óptima desde su creación en el cerebro y hacia cada minúscula parte del cuerpo, desde el envase de la piel hacia el interior en estado de máxima organización. Y este proceso se realiza si no tenemos subluxaciones vertebrales.
—¿Existe un organismo que nuclea a los quiroprácticos?
— En nuestro país está la Asociación Quiropráctica Argentina que persiste en su tarea de formar profesionales desde 1993. Parte de esta misión (que yo también llevo adelante) es informar al público sobre la seguridad de los procedimientos quiroprácticos. Me toca ser vocera respecto a los alcances e incumbencias de la profesión, y alentar a la elección responsable de un quiropractor.
— ¿Se puede utilizar a toda edad?
— Si, por supuesto. Desde que ejerzo la profesión quiropráctica he atendido a embarazadas, recién nacidos, niños, jóvenes y adultos de todas las edades. Tengo el privilegio de atender a familias enteras.
— ¿Cuánto duran habitualmente los tratamientos?
— Toda la vida. Es un aprendizaje para nuestra población. La quiropraxia interviene desde el momento de la concepción (cuando reciben cuidado quiropráctico la mamá y el bebé) y sigue el mismo cuidado durante toda su vida. Porque la vida es movimiento, riesgos, fuerzas interviniendo en nuestra columna vertebral, todo el tiempo.