"Esto más que denuncia suena a una venganza que no se la atribuyo a ella sino a gente que está accionando detrás suyo". Con esa frase, el empresario y concejal de Casilda Hugo Racca se refirió a las declaraciones que su ex novia ratificó en la Justicia al sostener que no intentó suicidarse, sino que la quisieron matar el 21 de septiembre del año pasado cuando cayó del balcón de un hotel y salvó milagrosamente su vida.
Como ya lo había expresado a LaCapital, Racca ayer volvió a defender su inocencia en el marco de una conferencia de prensa donde, si bien aclaró que su intención no era "contestarle" a la joven, no pudo evitar salir al cruce de la acusación de Agustina Rodríguez. La joven aseguró, a días de haberse cerrado la causa al no haber evidencia que hiciera pensar en la posibilidad de un delito, que fue "tirada" al vacío por una tercera persona que se encontraba en la habitación la noche del episodio.
Tras cuestionar a "algunos periodistas" locales, de quienes dijo no haber invitado a su convocatoria al considerarlos "irresponsables" en relación al tratamiento del tema e incluso culparlos de "someter a Agustina a una situación de estrés emocional", dijo que su principal preocupación al ocurrir el sonado caso fue el estado de salud de su entonces pareja y estar a su lado en su proceso de recuperación, para lo cual recurrió a un permiso de la Justicia ya que un sector de la familia se lo impedía.
"Quienes me conocen saben todo lo que hice durante casi once meses donde dejé todo para dedicarme exclusivamente (a ella) y creo que los avances fueron sustanciales", dijo.
Y en esa misma línea aseguró que hasta pidió, sin éxito, que la fiscal de la causa cambiara la carátula por alguna tipificación que "no la afectara" ya que "el de tentativa de suicidio suena muy duro para una chica de 19 ó 20 años que tiene un futuro por delante y aún no empezó a trabajar".
Racca aseguró haberla acompañado e incluso mantenido su relación sentimental, aunque ya no convivían, hasta pocos días atrás cuando Agustina afirmó públicamente haber sido víctima de una presunta acción criminal inculpando como autor material a un amigo intimo de su ex pareja a la que le endilgó no haber intervenido para "salvarla", lo que contradice su testimonio.
"Que la causa se reabra"
"A raíz de estas denuncias tuve que cambiar de actitud, razón por la que me puse a disposición de la Justicia para lo que sea necesario, además de manifestarle a la fiscal mi interés de que la causa se reabra porque si esto queda en los medios estamos en un problema porque la situación no se aclarará", dijo. En sentido indicó que, de prosperar la reapertura de las actuaciones, "aportara pruebas" para, aunque prefirió no ventilar, "demostrar" que las acusaciones de Agustina son infundadas.
El empresario y político fundamentó su posición a favor de que se reabra la causa porque ello le permitirá "defender" la inocencia tanto de un amigo al que la joven apuntó como responsable de arrojarla al vacío para intentar matarla, así como la suya al verse involucrado como supuesto "encubridor por no haberla defendido", dijo.
El edil demoprogresista aclaró que el cuidado que dijo haber dispensado junto a algunas familiares de su ex novia para "ayudarla y contenerla" dejó de brindarlo a partir del jueves pasado tras las acusaciones de la joven.
Aunque dijo no haberse sorprendido de que Agustina "salga a los medios", admitió que "de ninguna manera esperaba este desenlace donde yo no soy el autor material (del supuesto hecho del que dijo ser víctima) sino encubridor".
En ese contexto consideró que "hay alguien que le escribe el libreto aunque ella está de acuerdo porque me venía manifestando desde hace tiempo su odio hacia la persona que ahora acusa (de haberla tirado al vacío), por lo que a esta chica le vienen haciendo la cabeza desde el mismo momento que me conoció".
Y en sentido apuntó contra la supuesta influencia por parte de algunas de sus hermanas que "no están buscando Justicia sino venganza y no se dan cuenta de que con esto ponen en riesgo la situación de salud de Agustina".
Racca recordó la noche en que Agustina cayó al vacío desde el segundo piso del Hotel Cuatro Plazas y ratificó que trato de sostenerla para intentar evitar lo sucedido.
En ese contexto, manifestó estar convencido de que Agustina "no intentó suicidarse, como dice la carátula, si no se hubiese arrojado (directamente); tal vez quiso llamar la atención o tuvo un momento de crisis que la llevó a cometer ese error".
Asimismo dijo no haber discutido con Agustina antes del lamentable hecho aunque reconoció que una semana antes del episodio "tuvimos unos problemas que tenían que ver con cosas que ella me pedía y yo no estaba dispuesto a darle".
También sostuvo que "cuando en septiembre ocurrió el hecho hubo intencionalidad política para perjudicarme, pero en esta oportunidad no", e insistió con el supuesto ánimo de revanchismo alimentado por algunos familiares de Agustina.