La familia Marinucci-Gobbo, colonos de Bigand que resisten el embate de los desalojos, se ve amenazada nuevamente por el fantasma del desalojo, al saber de la inminente orden judicial para dejar la casa y la parcela de terreno que habitan en las tierras que fueran de Víctor Bigand, fundador del pueblo. La Fundación Honorio Bigand es la que reclama la tenencia y explotación de las tierras, por la que ya fueran desalojadas unas 25 familias que trabajaban las 3.500 hectáreas de campo.
Los Marinucci-Gobbo (Oscar y Sandra, ambos de 60 años) son los últimos que resisten en el territorio donde han vivido y trabajado las tierras por varias generaciones que se remontan a 1920. Después de una lucha judicial que duró más de 15 años, supieron ahora que un juez de Cañada de Gómez, Sergio Verdura, dispuso esta semana el lanzamiento del desalojo de la familia. Verdura es el mismo que en 2018 frenó esta intervención, que pasó a la Corte Suprema de Justicia de la provincia y luego a la Suprema Corte de la Nación.
"Trabajábamos 58 hectáreas; en 2020 nos sacaron 50, pero seguimos firmes en el lugar", dijo Sandra Gobbo a La Capital. Y apuntó directamente contra "Marcelo Jorge Álvarez, presidente de la fundación, que junto a sus abogados apoderados Valeria Montaldo Maiocchi, Mabel Azar y Diego Haro Martínez son quienes se apoderaron de forma fraudulenta de una institución creada para destinar los frutos de este territorio a la caridad y el bien público. Se apropiaron de las 3.500 hectáreas y de las ganancias que generan, y hoy lograron que el juez Verdura dispusiera el lanzamiento del desalojo", protestó Sandra.
El conflicto viene de un largo pleito que ha tenido en vilo a familias que trabajan en las primeras tierras que se dieron con los nuevos contratos de arrendamiento luego del Grito de Alcorta. Los problemas se remontan al año 2004, cuando falleció en Buenos Aires, a los 93 años, María Mercedes Octavia Bigand, hija del fundador de la localidad homónima y última heredera, que no dejó descendencia. La mujer dispuso en su testamento legar "todos sus bienes para la creación de una fundación" con fines humanitarios en todo el territorio nacional, aunque el texto remarca que "en particular deberá proveer al mantenimiento y desarrollo del Hogar de Ancianos, el hospital, la Escuela 215, la capilla San Antonio y la iglesia Nuestra Señora de Luján, todas del pueblo de Bigand".
>>Leer más: Bigand se moviliza para evitar el desalojo de colonos en los campos del fundador
La fundación funciona en Capital Federal con el nombre de Honorio Bigand, en honor al abuelo de la anciana fallecida y padre del fundador del pueblo. Y siempre hubo cuestionamientos respecto de los dineros que llegaban a las instituciones bigandenses.
"En medio de eso tuvimos varias instancias judiciales y paulatinamente, los colonos que explotaban las tierras se fueron alejando", cuenta Sandra. Solo quedaron los Marinucci-Gobbo, que se convirtieron en algo así como un valuarte de la resistencia a los desalojos y de la defensa de la agricultura familiar. "En el poco espacio que nos dejaron sobrevivimos con la venta de lechones, gallinas, vivimos de los huevos que vendemos, esa es nuestra producción. Y ahora, de nuevo, nos quieren desalojar de nuestra única vivienda y trabajo, siendo que somos dos personas de 60 años".
>>Leer más: La resistencia de los colonos de Bigand se trasladó a los tribunales de Rosario
La fundación argumentó oportunamente que había sucesores de aquellos colonos que firmaron los primeros alquileres, que no trabajan las tierras, sino que las subalquilaban. No sería el caso de los Marinucci-Gobbo.
Decepcionada, la familia sigue pidiendo que se cumpla "la promesa del presidente Alberto Fernández" de reglamentar la ley de agricultura familiar, por la que estos casos estarían contemplados y resueltos. "El desalojo fue firmado, todavía no se nos comunicó oficialmente, pero el expediente llegará a la jueza comunal de Bigand, Carolina Mozzi, que asumió el 22 de diciembre y va a tener que venir con la fuerza pública a desalojarnos. Vamos a resistir, no somos solamente la familia Marinucci-Gobbo, hay muchas familias que están atravesando por esta situación. Hace 102 años que venimos trabajando y viviendo en esa tierra, somos la tercera generación de colonos", cerró Sandra.