Un hombre de 39 años fue condenado a prisión por un caso grave de abuso sexual en el norte santafesino. Fuentes oficiales confirmaron este jueves las denuncias de agresiones a una niña con discapacidad fìsica y otras dos menores de edad en Margarita, donde tenía relación con la familia de algunas de las víctimas.
La sentencia establece una pena de 20 años de cárcel a raíz de una investigación que comenzó en 2022 dentro de la pequeña localidad ubicada a 230 kilómetros de la capital provincial. José Luis Gómez fue declarado culpable en forma unánime por los jueces Martín Gauna Chapero, Santiago Benegas y la jueza Claudia Bressan.
El proceso penal partió de la declaración de una vecina del imputado en Margarita. La mujer recurrió a la Justicia cuando su hija le contó lo que había ocurrido en la casa del detenido. A partir de ese testimonio, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) identificó a dos víctimas más y detectó que no se trataba de un hecho aislado, sino de una acción sistemática que incluyó la violación de personas menores de edad.
Abuso sexual de tres niñas en Margarita
De acuerdo a la evidencia presentada durante el juicio oral en Vera, Gómez amenazó de muerte a las nenas para que no contaran lo sucedido. Los investigadores detallaron que los abusos empezaron en 2016, cuando estaban en la escuela primaria. Una de ellas alcanzó la mayoría de edad desde entonces y expresó su conformidad con el veredicto.
El fiscal Norberto Ríos recordó que las niñas solían visitar al acusado porque pertenece a la familia de dos de ellas y tenía una buena relación con sus vecinos. Si bien la mayoría de los hechos registrados se refieren a ese domicilio, el funcionario también denunció otros delitos cometidos en los hogares de las víctimas.
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Fuera del contexto de las viviendas de Margarita, el imputado agredió sexualmente a una nena en un campo al que iban a buscar leña. “Una de ellas padece una discapacidad física, lo que hace aún más evidente la vulnerabilidad física y psíquica", añadió el encargado de la investigación.
Luego de la primera denuncia, otra víctima le contó lo sucedido a su familia y la investigación derivó en una condena acorde a lo que había solicitado el MPA en el inicio del juicio oral. Gómez fue declarado culpable de abuso sexual con acceso carnal reiterado de todas las niñas, abuso sexual gravemente ultrajante en dos casos y abuso sexual simple. “Por el contexto intrafamiliar y de cercanía y las características de las vulneraciones, lo sucedido tuvo entidad suficiente para interferir en el libre y progresivo desarrollo de las tres niñas”, subrayó Ríos tras el veredicto.