La gestión de Omar Perotti logró que el acceso a la educación en cárceles bajo la modalidad de Educación en Contextos de Privación de la Libertad, sea la única con su rango jerárquico en el país, encuadrada en la ley nacional de Educación. Las escuelas que se desarrollan en el ámbito de las cárceles comprenden un principio elemental, reconocer a sus estudiantes como sujetos de derecho, así lo establece el artículo 55 de la ley nacional de Educación según el cual el sistema educativo debe garantizar el derecho a la educación de todas las personas privadas de la libertad, para promover su formación integral y desarrollo pleno. A su vez, la propia existencia de una dirección permite contar con un nivel de decisión especialmente orientado a definir las políticas educativas para los contextos de encierro y contar con asignaciones presupuestarias específicas.
Al respecto, la ministra de Educación de la provincia, Adriana Cantero, sostuvo que “educamos en contextos de privación de la libertad para habilitar otros futuros posibles. Para saldar deudas sociales con los que no accedieron a la educación obligatoria a tiempo y dar herramientas para construir proyectos de vida enmarcados en una ciudadanía responsable. Educamos para la libertad y la convivencia con mejores alternativas para todas y todos”.
Lo heterogéneo de la población carcelaria implica que diferentes niveles educativos se vean conectados en este marco de decisiones, desde niños de 45 días a 4 años que conviven con sus madres detenidas, adolescentes en centros de responsabilidad penal juvenil y adultos que se encuentran sin finalizar el nivel primario o secundario.
El director provincial de la modalidad Matías Solmi, sostuvo que “las principales líneas pedagógicas que se desarrollaron parten de la ley nacional de Educación y se inscriben en el paradigma de los derechos humanos, pensando la particularidad del acto educativo a partir del vínculo con un sujeto privado de la libertad”. En este marco, desde el área se pensó un dispositivo llamado “mochila pedagógica” con la intención de generar contenidos y debates en torno a las particularidades de este sujeto pedagógico. Estas mochilas se otorgan anualmente y hasta el momento se distribuyeron 4.300 libros y más de 3.000 kits escolares, acompañados de una propuesta para abordar temas prioritarios en un proyecto de vida en libertad: educación sexual integral, derechos humanos, historia y planificación laboral.
“A partir de este dispositivo, lo que se intenta es que el diálogo entre docentes y adultos gire en torno a la reflexión sobre el adulto como sujeto político”, sostuvo el antropólogo Solmi.
Saldando deudas
Desde 2022 el Ministerio de Educación implementó una especialización superior especifica para todos aquellos docentes que desempeñen sus funciones en la modalidad. Desde 2008, mediante resolución del Consejo Federal de Educación, se insta a las provincias a realizar una formación para quienes desempeñen sus tareas en las llamadas escuelas carcelarias. Esta especialización se convirtió en un reclamo de los docentes y su primera cohorte se desarrolla en Santa Fe y Rosario con más de 120 inscriptos.
La UP Nº 6 de Rosario no contaba con nivel secundario para sus internos. A partir de 2021 se creó una escuela media para adultos dentro de la institución. Ese año también se crearon cargos de asistentes escolares para todas las escuelas y se gestionaron más de 150 mil pesos en Fondos de Asistencia a Necesidades Inmediatas (Fani) “Parte de la decisión política de la ministra Cantero de visibilizar y garantizar los derechos de los más olvidados del sistema”, señaló el director provincial.
No es casual que desde la creación de la dirección, la matrícula de estudiantes del nivel primario se duplicó desde 2020 y creciera significativamente la matrícula en nivel secundario. En el transcurso de este año, a través del programa Proyectar Libertad se proponen distribuir 100 computadoras en las escuelas de la modalidad para acompañar los procesos de aprendizaje.
En la cárcel de mujeres de Rosario se encuentran alojados con sus madres niños y niñas de 0 a 4 años, una realidad olvidada hasta la implementación en 2021 de un espacio lúdico pedagógico orientado a las infancias, a cargo de dos maestras de nivel inicial y una antropóloga que funciona de lunes a viernes y se pensó en el mismo horario de la escuela para que sus madres puedan asistir. Este espacio es monitoreado por los equipos técnicos de la dirección quienes realizan un seguimiento pormenorizado en los egresos de estos niños.
Propuestas alternativas
Al finalizar la pandemia comenzaron a funcionar espacios con la perspectiva de la salud mental y su impacto en el encierro. Desde la dirección se organizaron talleres de cine, muralismo, teatro y alfabetización en el Hospital Agudo Avila de Rosario; talleres de trap, literarios y cuerpo y movimiento en el Centro de Responsabilidad Penal Juvenil de Rosario y talleres literarios en la primaria y secundaria de la unidad 3 y la unidad 6 y talleres literarios en el CERPJ de Las Flores en Santa Fe.
“Apostamos a que la educación sea la herramienta que distribuya el Estado para que los sujetos privados de la libertad puedan construir un proyecto de vida cuando recuperen su libertad ambulatoria, teniendo en cuenta que en las escuelas de la modalidad son estudiantes y no presidiarios”, destacó Solmi.