El sospechoso de haber intentado acosar por internet a una nena de 9 años de la pequeña localidad de Los Molinos, episodio descubierto por la madre al simular ser su hija, fue imputado ayer por el delito de grooming. Se trata de una figura penal que tipifica la conducta de un adulto que busca ganarse la confianza de un menor con el fin de obtener beneficios sexuales.
La decisión fue tomada por la fiscal titular del Ministerio Público de la Acusación de Casilda, Marianela Luna, en el marco de una audiencia donde también fue confirmada la libertad del incriminado al tratarse de un delito cuya pena mínima de seis meses es excarcelable.
El hombre, identificado como Cristián G., tiene 32 años y se moviliza en silla de ruedas a causa de una discapacidad motriz. Había sido demorado anteayer tras un allanamiento en su domicilio de Maciel, donde fueron secuestrados una computadora, teléfonos celulares y una tablet que están siendo peritadas en la Dirección de Trata de Personas de Santa Fe.
Si bien es materia de investigación fuentes judiciales consultas por LaCapital indicaron que no habrían surgido elementos "a primera vista" que vinculen al imputado con la pornografía infantil, además de no tener antecedentes penales ni denuncias en su contra, excepto la referida. Algo que la madre de la chiquita adjudicó al miedo a la exposición que hay entre los habitantes de un pueblo chico como Maciel, ya que la mujer asegura que recibió comunicaciones de otras madres que le dijeron haber vivido situaciones similares (ver aparte).
No obstante, será clave el resultado de las pericias sobre el material incautado para determinar si surgen o no evidencias que puedan comprometer su situación procesal. Aunque no se ventilaron detalles de la audiencia desarrollada poco después del mediodía de ayer en la fiscalía casildense, y que no tuvo carácter público, trascendió que el presunto acosador se abstuvo a declarar tras ser puesto en conocimientos de los cargos que se le achacan.
"La investigación llevada adelante con la participación de varios organismos y que todavía continúa fue eficaz, ya que nos posibilitó identificar inmediatamente al imputado", dijo Luna al ser consultada por este diario. La fiscal indicó que "más allá del hecho en cuestión que para nosotros está probado fundamentalmente con la captura de imágenes (de los mensajes), intentamos a partir del material incautado establecer si estamos en presencia de otros delitos" de índole sexual.
El caso tomó estado público a principio de esta semana cuando la madre de la menor denunció el suceso en la comisaria de Los Molinos, lo que habilitó la investigación que conduce la fiscal Luna y derivó, orden judicial mediante, en el positivo allanamiento en la casa del acusado y su posterior imputación.
La mujer aseguró que al intercambiar mensajes con el sospechoso, el hombre, creyendo que estaba chateando con la nena, le propuso una suerte de juego con la oscura intención de instarla a mostrar su ropa interior y levantase la remera mientras le insistía que tomase recaudos para no ser vista, lo que generó indignación y rechazo en la progenitora de la menor.
El "grooming". La figura delictiva del "grooming" es relativamente nueva, ya que fue incorporada en 2013 al código penal a través del artículo Nº 131 y prevé una condena de seis meses a cuatro años.
Tal tipificación legal comprende "las acciones deliberadas de una persona adulta para ganarse la confianza de un menor a través de internet con el fin de obtener concesiones de índole sexual".
Según resalta un informe publicado por la Fiscalía Regional de Rosario, "esta categoría de delito pretende preservar la indemnidad sexual de quien pudiera resultar víctima de alguna de las conductas, como el pudor individual y colectivo que en algunas oportunidades podría verse comprometido secundariamente por el accionar de quienes realizan exhibiciones obscenas o reproducen imágenes de esta naturaleza".
El trabajo revela que el "grooming" "es, por lo general, preparatorio de un delito mayor", ya que "el acosador (habitualmente) no se detiene en la seducción y el engaño, sino que esos son los medios para fines ulteriores, como hacer que el menor se fotografíe o utilice una webcam para posar desnudo o bien acceder a una cita".
Primera condena. Desde la vigencia en la provincia del nuevo sistema penal la primera condena por este tipo de delitos fue dictada en noviembre del año pasado en un juicio abreviado. El imputado fue acusado de "haber mantenido comunicaciones electrónicas a través de la red social Facebook con menores, creando para ello un perfil falso desde el cual solicitaba fotografías de sus partes íntimas y mantenía conversaciones de índole sexual además de instarlos a que se comunicaran y enviaran fotos".
Al no contar con antecedente penales, fue condenado a dos años y medio de prisión condicional y se le impusieron reglas de conductas como prohibirle el contacto por cualquier medio con las víctimas, someterse a tratamiento psicológico y asistir a un taller de reflexión de ofensores sexuales en dictado por la Dirección Provincial de Control y Asistencia Postpenitenciario de Rosario.
En el informe se plantean también una serie de recomendaciones para padres sobre el uso de internet por parte de sus hijos. En este sentido, se resalta la necesidad de "involucrarse en el uso que realizan los menores, instalar computadoras en sectores comunes al alcance de adultos, establecer un horario para navegar en internet, instalar software de filtros para restringir el acceso a sitios pornográficos, y no destruir información y los archivos en caso de que existiera un evidente caso de acoso", entre otras sugerencias.