La cosecha de trigo en el sur santafesino, y en gran parte del país, se verá seriamente afectada por las inusuales condiciones climáticas que conjugaron a la sequía con la inusual caída de heladas. De un rinde estipulado entre 40 y 50 quintales por hectárea se pasaría a uno que no superará los 15 quintales según aseguraron la mayoría de los agrónomos de distintos puntos del departamento General López. Además, hay un fuerte déficit de agua para poder sembrar soja y maíz. El panorama es preocupante e incierto en el sector agropecuario del sur santafesino.
El ingeniero agrónomo, Pablo Fenochi, quien trabaja en la filial de Agricultores Federados de Chovet (AFA), contó a este diario que "la principal causa del marcado descenso en los rindes de trigo fue principalmente la sequía pero también las heladas hicieron lo suyo en cuanto al daño al cultivo. Hay pérdidas del 100% en varios distritos de General López. En parte de los distritos de Chapuy, Santa Isabel o Elortondo las pérdidas fueron casi totales".
"Para lo que es la zona sur de Santa Fe las pérdidas en el cultivo de trigo, cebada y arvejas (que son otros de los cultivos de invierno afectado) van del 35 al 70%. En algunos lotes hacia la zona norte de la provincia de Buenos Aires las pérdidas han sido del 70 al 100%", dijo el agrónomo de Venado Tuerto Miguel Angel Cacciurri.
Agregó que "la sequía creo que ha sido lo que mas afectó a los cultivos de invierno más que las inusuales heladas. Si hubiéramos tenido mejores condiciones de humedad las heladas tardías hubieran sido menos dañinas para los cultivos aún en el período crítico de floración y llenado de grano".
Fabián Oppi, quien es asesor en una cooperativa de Miguel Torres, sostuvo que "el trigo va a rendir muy poco. La mitad o menos de lo esperado en la siembra. Lo afectó la sequía y las heladas en similares proporciones. Puede que rindan más o menos 15 quintales por hectárea lo cual está muy por debajo de lo esperado y de lo que generalmente rinde en esta zona".
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El sur de Santa Fe es uno de los lugares más afectados por las adversas condiciones climáticas. Preocupación en el sector agropecuario.
Cacciurri explicó que "para lo que es la zona sur de Santa Fe las pérdidas en el cultivo de trigo, cebada y arvejas (que son otros de los cultivos de invierno afectado) van del 35 al 70%. En algunos lotes hacia la zona norte de la provincia de Buenos Aires las pérdidas han sido del 70 al 100%".
"En aquellos lotes donde la fertilización de base al momento de la siembra se realizó con macro y micro nutrientes de manera balanceada, es decir con Nitrógeno, fósforo, azufre, y zinc más el agregado de promotores de crecimiento a base de bacterias como pseudomonas y azospirillum las pérdidas podrían ser menores. El hecho de estar muy bien nutrido el cultivo permitió que soportara mejor el stress de la sequía y posterior helada", contó Cacciurri.
Deterioro
Por su parte el ex dirigente de Federación Agraria Argentina (FAA) de Chovet, Aldo Viscovich, sostuvo con respecto a la merma en los rindes como consecuencia de la sequía y las heladas que "a esta fecha, es posible observar un marcado deterioro en el cultivo de trigo. El estado de las plantas con baja altura, y las espigas pequeñas hace presumir que la pérdida de rendimientos con respecto al año anterior rondaría entre el 60 a 65 por ciento".
Sobre los rindes estipulados para las próximas semanas, que es cuando se cosecha el trigo, Cacciurri dijo que "en cuanto a quintales por hectárea estamos hablando de una caída de producción respecto al año pasado de al menos 25 a 35 quintales menos por hectárea. En la campaña 21/22 los trigos en la zona estuvieron entre 40 y 60 quintales por hectárea. Para esta campaña 22/23 se estima que podrían estar entre 10 a 25 quintales por hectárea, según la zona".
Sobre este tema Viscovich sostuvo que "es posible observar y comparar los distintos lotes, que las pérdidas de rendimiento al día de hoy rondarán entre el 60 al 65 por ciento, estimando un rendimiento que no superará los 1500 kilos por hectárea. Estoy trabajando en una estimación económica donde podremos observar la pérdida de los productores, cómo así también la afectación del transporte, la mano de obra rural ( Uatre) y por supuesto la recaudación impositiva nacional, provincial y municipal o comunal".
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El ingeniero agrónomo, Paulo Ercole, (inspector de la compañía de seguros, La Segunda), analizando las pérdidas en distintos lotes de trigoo.