En las guardias y los consultorios de Rosario los médicos reciben a los pacientes más de una vez. Es que los procesos son más largos de lo esperado, la gente se pone ansiosa o se asusta cuando pasa más de una semana y los síntomas como resfrío, tos, mocos y dolor de garganta no se van tan rápido como quisieran. Por eso vuelven a la consulta a pedir "algo para que se me pase". ¿Duran más que antes los cuadros respiratorios? ¿Cuáles son las señales de alarma que no hay que pasar por alto?
"Hace diez días que tengo tos, es insoportable"; "Vivo con los pañuelitos en la cartera"; "Me pica la garganta desde hace una semana, ya me hice de todo y no mejoro", son algunas de las frases más comunes que se escuchan por estos días en Rosario.
En la ciudad están circulando adenovirus, rinovirus y parainfluenza. Todavía se registran caso de gripe A y de Covid. El virus sincicial respiratorio también es el responsable de algunos cuadros, en especial en niños pequeños. Pero en general muestran una tendencia a la baja en relación al invierno, como es habitual.
"Las consultas por virus respiratorios durante la primavera y en épocas de gran amplitud térmica, o cambios bruscos de temperatura son frecuentes y se deben tanto a la persistencia de virus de invierno como al pico de alergias estacionales", explicó la médica Emilse Ferrari, directora de Ecco.
Días frescos de primavera
"La amplitud térmica afecta a las defensas del cuerpo, facilitando la aparición de infecciones", mencionó la especialista.
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Hay varios motivos que explican, además, por qué la congestión y la tos duran más que antes: después de la pandemia de Covid (y el aislamiento prolongado), algunos virus y bacterias se tornaron más resistentes; el uso inadecuado de antibióticos por décadas provoca que cuando es necesario tomarlos no tengan el efecto esperado, y el otro punto es la falta de reposo: casi nadie se queda ni 24 horas en la casa, salvo que tenga mucha fiebre. Las personas no se alimentan en forma correcta, no descansan. El estrés, el tener que salir a trabajar como sea, el llevar a los chicos a la escuela aunque estén enfermos, provoca que haya cada vez más reinfecciones y los cuadros duren más que antes.
Si bien hay paliativos (antitusivos, broncodilatadores, nebulizaciones y remedios naturales), las virosis tienen un proceso que por lo general no se puede acortar.
En personas alérgicas, asmáticas, con Epoc y otras enfermedades de base es muy importante cumplir a rajatabla con los tratamientos indicados por los especialistas. Y tener todas las vacunas al día.
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Síntomas prolongados y molestos
Estornudos, agua en la nariz, tos seca, picazón y dolor de garganta, malestar general, fatiga (que suele perdurar unos cuántos días) dolor de cabeza y fiebre (aunque no en todos los casos), escalofríos, dolores musculares, son síntomas comunes a muchas de las enfermedades respiratorias que se producen en esta temporada. En general los cuadros duran alrededor de tres a cinco días, aunque la tos puede extenderse hasta dos semanas, o más. Siempre hay que consultar al médico si en vez de ir mejorando el cuadro empeora, y no dudar en llamar a un servicio de emergencia si se aparece dificultad respiratoria.
También se están incrementando las visitas a los alergistas en personas proclives a padecer los embates del polen y el viento.
Tos convulsa o coqueluche
Un tema a tener en cuenta es el aumento de casos de tos convulsa o coqueluche, una enfermedad provocada por una bacteria, que generó un alerta en varias localidades argentinas donde se registraron brotes. En Rosario, por el momento, se realiza vigilancia permanente por parte de los servicios de salud, pero no hay alarmas por el momento.
La tos convulsa puede ser grave. Los más vulnerable son los menores de 5 años y en especial los bebés. Pero puede presentarse a cualquier edad.
Para esta enfermedad hay vacunas que se colocan durante el primer año de vida, y luego hay que colocarse refuerzos. Las embarazadas deben vacunarse.
Los síntomas son: tos persistente que comienza con un resfrío común, fiebre leve (o ausencia de fiebre), dificultad para respirar, silbidos en el pecho, vómitos después de toser, cambios en el color de la piel por falta de oxígeno, fatiga.
Para evitar contagios y el empeoramiento de los cuadros, en ésta como en otras enfermedades respiratoria es clave: cuidarse de los cambios de temperatura, no permanecer en lugares cerrados con mucha gente, ventilar los ambientes, lavarse las manos en forma frecuente con agua y jabón, tener las vacunas al día, alimentarse de manera saludable, beber mucha agua y no exponerse al contacto de personas con síntomas.