Andrey Rodrigues no planeaba aumentar la producción de soja para la cosecha del próximo año. Pero ahora está más esperanzado. ¿El motivo? Tanto Rodrigues como sus colegas agricultores brasileños vieron una oportunidad en la guerra comercial entre la administración de Donald Trump y China, que dejó afuera a la soja estadounidense del enorme mercado chino.
China está buscando activamente a productores brasileños y las empresas comerciales locales que compran la soja de Rodrigues para venderla a China afirmaron en los últimos dos meses que se llevarán todo lo que puedan.
Aún está por verse cuánto comprará China a Brasil, pero el organismo de aduanas chino anunció que no importó soja de Estados Unidos en septiembre. Es la primera vez que esto sucede desde noviembre de 2018, cuando el presidente Trump lanzó su primera guerra comercial con China. Los granos brasileños ya representaban más del 70 % de las importaciones de China el año pasado, mientras que la participación de Estados Unidos había caído al 21 % incluso antes de que comenzara la disputa comercial actual, según datos del Banco Mundial.
Rodrigues, presidente de la asociación de agricultores de soja en el Estado de San Pablo, está aumentando la producción en su granja Morada do Sol en la ciudad de Santa Cruz do Rio Pardo. "Esto abre una oportunidad para nosotros", dijo Rodrigues sobre la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y añadió: “Necesitamos estar muy atentos en momentos como este. Intentar vender futuros para la próxima cosecha, aprovechar esta oportunidad ahora”.
Soja de Brasil rumbo al Lejano Oriente
El gobierno de Brasil indicó que entre enero y agosto se exportaron 77 millones de toneladas métricas de soja a China. Eso representa la mayor parte de la cosecha de la primera temporada del gigante sudamericano.
Durante ese período, China importó 17 millones de toneladas métricas de Estados Unidos, según datos de aduanas de China. Pero el número de barcos de carga que transportan granos estadounidenses y atracan en un importante puerto de granos chino cayó entre enero y septiembre un 56 % en comparación con el mismo período del año anterior. Y el número cayó a cero desde julio.
En comparación, ese puerto recibió un promedio de más de 40 barcos de carga de países como Argentina, Brasil y Uruguay desde mayo, y el 90 % de la carga era soja, según una publicación de la emisora estatal.
“China viene a nosotros por los precios. Siempre que tienen aranceles más altos en un país determinado, vienen a nosotros”, señaló Rodrigues.
La Asociación Estadounidense de la Soja sostuvo que los aranceles de represalia de China, además de otros impuestos, elevaron los aranceles generales sobre la soja estadounidense al 34 % en 2025, lo que ha llevado el precio de la soja estadounidense muy por encima del de Brasil.
El Ministerio de Agricultura de Brasil aseguró en octubre que esperaba que la próxima cosecha de soja aumentara un 3,6 %, a casi 178 millones de toneladas métricas en comparación con la de este año. Y la demanda creciente de China no muestra signos de disminuir.
Livio Ribeiro, socio de la consultora BRCG e investigador del centro de estudios y universidad Fundación Getulio Vargas en Río de Janeiro, aseveró que el interés chino en la soja brasileña en esta época del año es un movimiento a corto plazo. "China está tomando represalias contra Estados Unidos y lo está haciendo con dos proveedores alternativos potenciales”, dijo.
Aseguró que Brasil tiene una ventaja sobre Argentina, porque Lula no está alineado ideológicamente con la administración Trump como lo está el presidente Javier Milei.