La comisión de Servicios Públicos del Concejo comenzará a analizar hoy el reciente estudio de costos del Ente de la Movilidad (EMR), que establece que el boleto de colectivo tiene un valor real de 5,68 pesos y advierte que en el último bimestre los principales rubros del sistema subieron 7,35 por ciento. Si bien el informe del organismo determina que la brecha con la tarifa que actualmente pagan los rosarinos ($4,30) superó el 32 por ciento, el camino hacia la suba del pasaje no se allanará con facilidad en el Palacio Vasallo, donde al oficialismo lo corre el tiempo de descuento: restan pocas sesiones antes del receso de verano.
La propia secretaria de Servicios Públicos municipal, Clara García, marcó días atrás el rumbo pretendido por la administración de Mónica Fein, que no enviará al cuerpo un mensaje impulsando el reajuste. "El escenario financiero es muy complicado y hay que buscar soluciones antes de fin de año para que el transporte de la ciudad no se deteriore. Con esa información técnica los ediles tienen todos los elementos como para definir la tarifa", enfatizó.
Sin embargo, el debate promete ser intenso: parte de la oposición rechaza un incremento del pasaje por considerar que reduce la cantidad de pasajeros y, pese a que el oficialismo cuenta con mayoría en Servicios Públicos para darle despacho al dictamen, en el recinto sólo tiene ocho votos propios sobre 24 escaños.
En ese contexto, el presidente del cuerpo, el socialista Miguel Zamarini, y el radical Martín Rosúa ya adelantaron sus reparos frente a un retoque tarifario.
Al mismo tiempo, no pocas miradas se centrarán en los pasos a seguir por los radicales María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale, sus pares del PRO y el sector de Héctor Cavallero (PPS).
En especial porque en el Palacio de los Leones aventuran con que el respaldo de esos ediles se repartirá entre el aumento del boleto y otra controvertida propuesta que quiere tener aprobada antes de fin de año: el presupuesto municipal 2015, que llegó al Concejo con una suba del 78,5 por ciento en la tasa general de inmuebles (TGI).
Diferencias. De hecho, Zamarini viene de condicionar apoyo al aumento de la TGI a la sanción de un proyecto vigente para eximir de ese tributo a más de 30 mil jubilados, pese a considerar que "resulta lógico brindar el debate frente a la inflación que sacude a Rosario".
Por su parte, Miatello (integrante de la comisión y del directorio del EMR), no coincidió con los indicadores del último estudio de costos. Para el justicialista, la suba del pasaje quedó cerrada a partir de los retoques realizados a los valores de los viajes en abril y diciembre pasados.
Según el Ejecutivo, la tarifa real de la prestación es de 5,68 pesos. Se trata de un valor clave para que el transporte no profundice su deterioro. En ese sentido, García instó a garantizarlo "vía boleto o a través de otro mecanismo tributario que propongan los concejales".
Los déficit del servicio están a la vista, al punto tal que la Unión Tranviarios Automotor (UTA), gremio que agrupa a los choferes, denunció en su momento que la falta de mantenimiento provoca que, por día, cuatro unidades dejen de circular por Rosario por fallas mecánicas.
Otro problema apuntado tanto por choferes como pasajeros es el empeoramiento de las frecuencias, al tiempo que en el municipio alertaron sobre el inminente pago de sueldos y medio aguinaldo a los conductores, en coincidencia con una baja de usuarios por la finalización de las clases.
El flujo de ingresos, para las autoridades, también quedó reducido por la reciente aplicación del medio boleto universitario y la posibilidad de realizar trasbordos pagando un tercio de la tarifa en el segundo viaje entre todos los colectivos, además del incremento de los insumos de la prestación.
Un cúmulo de variables económicas y posiciones políticas que los días por venir revelarán si son inamovibles o no.