Medio millón de estudiantes del último año de la secundaria rinden este jueves la prueba nacional que mide los conocimientos logrados por los alumnos de todo el país en dos áreas clave: lengua y matemática. Las pruebas Aprender alcanzan tanto a escuelas de gestión pública como privada y se realiza en medio de un profundo debate sobre la financiación del sistema educativo. El último operativo realizado en el secundario fue hace dos años y mostró las consecuencias que la pandemia dejó en las aulas.
Las pruebas Aprender tienen como objetivo "producir evidencia de carácter diagnóstico para el análisis, la reflexión y la toma de decisiones orientadas a garantizar el derecho a la educación en todos los rincones del país", según se presentan.
Este jueves, 591.426 estudiantes de los sectores de gestión estatal y privada, tanto de ámbitos rurales y urbanos, de todo el país participarán del operativo que alcanzará a 13.722 escuelas. La evaluación consistirá en una serie de preguntas cerradas sobre las áreas de lengua y matemática.
Además, se aplicarán cuestionarios complementarios de contexto a estudiantes y equipos directivos para indagar sobre otros aspectos de la vida escolar, con el objetivo de obtener información sobre las características de las condiciones de enseñanza y aprendizaje.
Los resultados de estas evaluaciones se conocerán recién en mayo del próximo año.
Evaluación pospandemia
Las pruebas Aprender del nivel secundario se toman cada dos años. La última fue en 2022 y los resultados reflejaron los problemas de aprendizaje que experimentaron los adolescentes durante las restricciones por la pandemia de Covid-19.
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El desempeño de los secundarios mostró un ligero deterioro en los aprendizajes de lengua, en relación con el operativo realizado en el 2019, y un detrimento más acentuado en matemática.
En el área de lengua, la cantidad de estudiantes que obtuvieron una puntuación por debajo del nivel básico fueron el 43 %. Dos años antes, el porcentaje de alumnos que no había alcanzado una nota satisfactoria había sido del 38,3 por ciento.
Aún así, en ambas pruebas 6 de cada 10 estudiantes se ubicaron en los niveles de mayor rendimiento (es decir, satisfactorio y avanzado)
En tanto, los resultados del área de matemática mostraron que se produjo un detrimento mayor en los logros de aprendizaje de los secundarios. En 2019, el 71,4% se encontraba en los niveles de menor desempeño (por debajo del nivel básico y básico), mientras que en 2022 esa proporción aumentó al 82,4%.
La disputa por el presupuesto
Las pruebas de este año se dan en un contexto de disputa por el presupuesto que se destinará a educación durante el año próximo y el enfrentamiento entre el gobierno nacional y estudiantes, docentes, rectores y estudiantes de universidades públicas nacionales por el veto a la ley de financiamiento de la educación superior.
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De acuerdo al análisis del proyecto de Presupuesto 2025 enviado al Congreso por la administración de Javier Milei, la organización Argentinos por la Educación advirtió que, en términos del PBI, la inversión nacional en educación en 2025 será del 0,88%, por debajo de lo invertido en 2024 (0,91%) y 2023 (1,48%).
En términos reales, el proyecto de Presupuesto 2025 estipula que la inversión con fondos nacionales en educación tendrá un incremento de fondos en 2025 de un 0,65%, tras una disminución del 40,20% en 2024 respecto de 2023. La educación superior recibirá el 66,5% del presupuesto de la Secretaría de Educación, seguido por el Plan Nacional por la Alfabetización que recibirá el 11,6%.