Durante septiembre, en Rosario se aprobaron 86 permisos de construcción. Un número que repite la baja ya experimentada durante los meses de julio y agosto. Aún así, la superficie autorizada a edificar es mayor que el mes anterior, empujada sobre todo a los proyectos de obras no residenciales. Para las autoridades de la delegación local de la Cámara Argentina de la Construcción, las cifras son un reflejo de la actualidad del sector, donde se empiezan a ver obras paralizadas o que continúan a menor ritmo.
Los datos duros surgen del último informe técnico del portal Rosario Datos, que depende de la Dirección General de Estadística del municipio, y reúne las cifras de los permisos de edificación otorgados por las oficinas municipales hasta septiembre pasado.
Los permisos de construcción son la autorización que otorga el municipio a los emprendimientos inmobiliarios desarrollados por el sector privado. La gestión se realiza con anterioridad a la puesta en marcha de las obras, ya sea para la ejecución de viviendas, comercios o industrias.
Es un trámite administrativo que implica evaluar los planos y especificaciones de las iniciativas y el pago de tasas y derechos al municipio a cambio de los permisos para desarrollar los proyectos.
Pero estas gestiones son también un termómetro que permite medir las intenciones de construcción y el desarrollo de nuevos proyectos en una ciudad, anticipando la oferta real de unidades inmobiliarias, y dan una idea del nivel de actividad que se espera para los próximos años.
Construcción, sin primavera
De acuerdo a las estadísticas del portal de datos abiertos del municipio, en septiembre pasado se otorgaron 86 permisos para iniciar nuevas obras de construcción. El número representa una leve disminución respecto a agosto, cuando se aprobaron 89 proyectos, y a julio, con 94 iniciativas.
Respecto a los metros cuadrados autorizados, en septiembre fueron 29.602, de los cuales unos 11 mil correspondieron a proyectos de viviendas. En agosto la superficie autorizada a construir había sido algo menor (17.184 m2) y en julio se avaló la edificación de 33.915 m2.
Históricamente septiembre es el mes del año con mayor cantidad de permisos de construcción otorgados. Según los datos reunidos entre 2010 y 2019, en el noveno mes del año se avalaron en promedio 241 trámites de edificación. El mes pasado, apenas se alcanzó una tercera parte de ese número.
Según advierte el informe del municipio, la cantidad de solicitudes aprobadas para construcción en septiembre, repite el comportamiento de los últimos meses: valores moderados, por debajo de los 3 dígitos. Pero, si bien la cantidad de permisos es algo menor que en agosto, la superficie asociada es bastante mayor (70,3% más) y ese crecimiento corresponde a obras no residenciales.
Al comparar el total de superficie aprobada en lo que va del año (enero a septiembre), respecto al mismo periodo del año 2024, la variación se mantiene negativa: se aprobaron un 18 por ciento menos de permisos.
Un año complejo
La realidad de Rosario no escapa a la realidad que se vive en la industria de la construcción en el país. El mes pasado, a través de un comunicado de prensa, la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) advirtió sobre la crítica situación que atraviesa la actividad por el freno a la obra pública y la caída de la inversión privada.
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Para el gerente de la delegación Rosario de la cámara, Rubén Llenas, hay dos indicadores claros que permiten medir el ritmo de la actividad: uno son los permisos de edificación, ya que advierte la mayoría de los proyectos termina concretándose, el otro son los finales de obra, también otorgados desde el municipio.
"En la cámara estuvimos haciendo un análisis de los permisos de construcción otorgados desde 2000 a 2024 en Rosario. Y observamos que la tendencia de los últimos 25 años es que se construye menos", destaca.
No obstante, aclara, el fenómeno registrado en los últimos 22 meses tiene características particulares. "En 2024, el último año cerrado, tuvimos menos superficie autorizada a ejecutar que en el 2000, que fue otro año complejo aunque la caída grande de la actividad se observó recién en 2002. Pero la realidad indica que hoy se está construyendo menos en Rosario y es una tendencia que viene año tras año".
La comparación entre la cantidad de permisos otorgados en los primeros 9 meses de 2024 y de este año "marcan una confirmación de esa tendencia a la baja", apunta.
Un sector en alerta
El 2024 fue un año delicado para el sector de la construcción. La paralización de la obra pública, producto del retiro del gobierno nacional de la inversión en infraestructura impactó de lleno en la actividad. "Es algo que ya habíamos asumido, pero las empresas se sostenían por la obra privada que, aún en un amesetamiento, nos permitía mantener, por lo menos, la plantilla de personal", señala Llenas.
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Pero, dice, "en los últimos tres meses empezamos a ver una caída también en la actividad privada", una situación que considera, sin medias tintas, "grave" ya que los emprendimientos del sector privado representan "entre el 70 y el 75 por ciento de la actividad" de la construcción.
Llenas asegura que "la mayoría de los constructores tiene un stock de terrenos y cuando terminan una obra comienzan otra, pero lo que sucede actualmente es que las obras no están comenzando", lo que permite vislumbrar un panorama complejo que tiene en vilo a todo el sector.