Pese a la normalización de la mayoría de las actividades (incluso masivas) y el pedido explícito realizado por el Colegio de Profesionales de la Nutrición, el Ministerio de Educación de la provincia dispuso la semana pasada a través de una circular que los comedores escolares aún no volverán a sentar a los chicos a la mesa. Si bien el servicio de copa de leche ya se ofrece en el ámbito escolar, el texto emitido el 27 de octubre pasado señala que "en el caso del servicio de comedor escolar, se continuará con la entrega de módulos alimentarios hasta diciembre".
De este modo, esos espacios cumplirán en diciembre un año y nueve meses cerrados y los alumnos contabilizan a esta altura más de un año y medio recibiendo a cambio un bolsón de emergencia donde 7 de cada 10 de los alimentos que se les entregan son considerados de "consumo moderado" para niños por los especialistas.
"No importa que haya complementos, no hay nada como reabrir el comedor no solo por los aportes nutricionales de los alimentos, sino por el significado que tiene para los chicos el sentarse a la mesa y tener ese momento de encuentro", afirmó taxativa la presidenta del Colegio de Profesionales de la Nutrición, Verónica Franceschini y admitió estar sorprendida por la decisión ministerial.
La especialista recordó que en septiembre pasado la institución hizo un pedido explícito al Ministerio de Educación insistiendo en la necesidad de la reapertura de los espacios, atendiendo que "los niños y niñas que asisten son parte de una población vulnerable ya en la situación previa a la pandemia, y que esto no hace más que profundizar esa situación".
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Ante el pedido, Franceschini no sólo afirmó a La Capital que la respuesta oficial "fue nula", sino que además insistió en la "sorpresa" de la decisión tomada por el gobierno de la provincia, "sobre todo cuando todas las actividades han retornado a la presencialidad, incluso los espectáculos masivos como es el fútbol y las actividades de esparcimiento en espacios cerrados, como son el cine y el teatro".
Notificación oficial
La decisión que lleva la firma de la ministra Adriana Cantero se tomó el 27 de octubre pasado y se comunicó a las escuelas a través de la circular Nº 0026. Allí se refiere a la "transición del servicio alimentario" y así como indica que el servicio de copa de leche que en octubre comenzó a brindarse en el espacio escolar continuará de ese modo en noviembre y diciembre, el comedor deberá esperar.
Tal como sucede desde el 20 de marzo de 2020, hace ya un año y siete meses, los chicos que habitualmente se alimentaban en el espacio escolar continuarán recibiendo en los últimos dos meses del año un bolsón alimentario, es decir una alternativa de emergencia que no hace más que sostenerse en el tiempo.
"El comedor es fundamental y es clave que vuelva como corresponde", señaló la titular del organismo que nuclea a los especialistas en nutrición y agregó: "Entendimos los módulos alimentarios como una solución de emergencia, algo que pueda ayudar a dar respuestas un momento, pero nunca se interpretó que eso se extendería durante casi dos años. Sobre todo porque hay alimentos y nutrientes que ese módulo no está aportando a los chicos y que ellos no consumen por otro lado".
De hecho, la circular ministerial enumera los productos que las familias recibirán en estos dos meses: fideos guiseros, arroz, harina, lentejas, tomate triturado, aceite, una lata de arvejas, polvo para flan y un litro de leche fluida. E incluso detalla que el costo del bolsón es de 930 pesos, incluidas las dos bolsas plásticas en las cuales se entrega.
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Un complemento
Como extra al sostenimiento de una política entendida de emergencia, la circular prevé que "de manera excepcional durante los días hábiles de noviembre y diciembre se implementará un complemento alimentario en pandemia" y agrega que ese complemento (que tiene un costo de 45,56 pesos) "deberá ser entregado a cada alumno al final de la jornada matinal o al comienzo de la jornada de la tarde".
Elaborados en la escuela o adquiridos en comercios habilitados, los menús propuestos por el ministerio incluyen una fruta fresca que será entregada junto a alternativas como sándwiches de queso y tomate, de milanesa o de hamburguesa, tarta de verdura, empanadas de carne, humita o verdura y pizzas.
Sin encontrar argumento sanitario que sostenga la decisión, Franceschini señala que la entrega de alimentos extra "no es para nada suficiente" e insiste en que este esquema "empeora una situación que ya era mala antes de la pandemia y que así no se puede terminar de reflotar".
En ese sentido, los datos son contundentes: el último relevamiento en más de 46.600 chicos de todo el país de entre 2 y 18 años, incluidos unos 5 mil santafesinos, realizado por la organización Barrios de Pie y el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) mostró que la malnutrición infantil creció en la franja de niños de 6 a 10 años. El Indicador Barrial de Situación Nutricional muestra que en 20 provincias del país, el 42,1 por ciento de los niños padece malnutrición, una cifra que creció 5,4 puntos respecto de 2019.
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"Es fundamental que vuelva la asistencia alimentaria y la comida se sirva en la mesa, porque hablamos de una población que necesita alimentos y nutrientes que no consumen en otro lado que no sea en la escuela, sobre todo alimentos frescos que es donde están las proteínas de mejor calidad", concluyó Franceschini.