Foto: La Capital / Sebastián Suárez Meccia.
El día después del voraz incendio. Aunque el frente salió prácticamente indemne del fuego, la fábrica de paletas quedó destruida y hay incertidumbre en los empleados.
El incendio declarado este lunes por la noche en la fábrica de paletas de pádel de avenida del Rosario al 2700 causó pérdidas totales. Mientras esta mañana los peritos de los Bomberos Zapadores retomaban su trabajo para poder establecer las causas del fuego, Nicolás, el encargado del emprendimiento, contó que el panorama para los trabajadores es incierto.
En declaraciones a LT8, Nicolás recordó cómo sucedió todo. “Los vecinos nos llamaron a las ocho de la noche para avisarnos que se prendía fuego la fábrica. Cuando llegamos ya estaban los bomberos trabajando. Había una cantidad de bomberos y policías que era una locura. El fuego se propagó muy rápido, avanzó desde la parte de atrás hacia el frente. El galpón tiene ingresos por dos calles. Los bomberos hicieron lo que pudieron, pero no quedó nada, la destrucción fue total”, contó.
El encargado del establecimiento contó que el siniestro se declaró en la parte trasera del inmueble. Para conocer las causas, habrá que esperar el resultado de las pericias que ya desde esta mañana temprano estaban realizando los especialistas.
“No tenemos certezas de cómo empezó el incendio. Pudo ser cualquier cosa, pero no sabemos nada todavía. No creo que haya sido un problema eléctrico porque está todo en orden. Hasta que no tengamos el resultado del peritaje no sabremos cómo ocurrió todo esto”, agregó Nicolás.
El joven empleado contó que el dueño de la fábrica estaba de viaje en España, y que “ya consiguió vuelo pero llegará mañana a Rosario. Con respecto al futuro del emprendimiento y al de sus empleados, Nicolás agregó: “Estamos analizando con el dueño qué vamos a hacer de ahora en más, pero hasta que no estén listos los peritajes y que haya condiciones de seguridad no podemos dejar entrar a nadie”, agregó Nicolás.
“Las pérdidas fueron totales. Lo único que se salvó fue una computadora en un cuarto chiquito”, agregó Nicolás.
Por Lucas Ameriso
Por Mariano D'Arrigo