"La banda suena bien, es así". La afirmación no viene de boca de cualquiera, sino de uno de los músicos contemporáneos de mayor reconocimiento. Alexander Panizza, uno de los pianistas argentinos de más trascendencia, lo repite sin dudar. Sin embargo, además de ser una figura internacional, Alex, como lo llaman, es también el papá de dos de los integrantes de la Banda de Villa Hortensia y vecino de la zona norte de Rosario. Por eso fue él mismo el que impulsó la idea de compartir el escenario con la agrupación. "No deja de ser para mí una experiencia emocionante, porque quiero mucho a la banda, y además porque voy a tocar con mis hijos", le admite a La Capital minutos antes de arrancar uno de los últimos ensayos de cara al concierto aniversario.
El músico, nacido en Canadá, destaca una y otra vez que el trabajo que se viene llevando adelante con los chicos en el Centro de Distrito Norte Villa Hortensia desde el 2001 es el fruto de "un esfuerzo increíble que lleva adelante todo el cuerpo docente de la banda", que no sólo lo integra su directora, Mariángeles Carmona, sino además los docentes.
"Ellos son los que logran un clima de trabajo muy bueno, lo que hace que haya buenos resultados y que la banda suene bien", agrega.
Si bien admite que la idea de tocar la obra de George Gershwin primero pudo resultar "complicado", señala que con el estudio y el paso de los ensayos, "se engancharon y tomaron el desafío". Y así como los chicos —y cualquiera que pasa por los ensayos— disfruta de escuchar a Panizza al piano, él asegura que se nutre de la energía de la banda.
"Las agrupaciones juveniles siempre tienen una pila enorme, son espacios donde hay mucha energía que hay que aprovechar", lo grafica.
Currículum. Su trayectoria como músico va de sus estudios en su ciudad natal, Toronto, y en la Argentina hasta Francia y España; y en los últimos años recibió premios como el Konex Diploma al mérito 2009, el Premio Magazine 2015 y el estímulo a jóvenes pianistas Kajo-Schommer Forderpreis. Además, cursó estudios de posgrado en el Royal College of Music de Londres, donde obtuvo la Medalla de Oro Hopkinson.
Su carrera se desarrolla en América latina, Norteamérica y Europa, y como solista compartió escenario con más de treinta orquestas de Alemania, Rumania, Argentina, Inglaterra, España, Francia, Panamá, Chile, y Uruguay.
Como docente dicta cursos, seminarios y clases magistrales en la Argentina, Panamá, España, Chile, Bolivia, Canadá y los Estados Unidos.