“¡Hola! Hoy les voy a hablar de un infaltable, un producto que para mí es irreemplazable: desodorante de vagina que está buenísimo, es un antes y un después. Así como te ponés uno en las axilas a este lo usás en la zona íntima". El video de Sol Pérez, donde la modelo y conductora hace esa recomendación, se hizo viral y recibió miles de likes y comentarios, desde los más serios a los más "graciosos" y desubicados, como suele suceder con todo lo que está relacionado con los órganos sexuales y la sexualidad humana.
En las últimas semanas, se reprodujo día y noche la publicidad de un nuevo producto destinado a mejorar el aroma de la vagina. Un montón de famosas, entre ellas Sol Pérez, se sumaron a la movida. Y si bien ya existen otros desodorantes similares en el mercado, no habían tenido tanta repercusión. ¿Es una cuestión de moda? ¿Es necesario desodorizar la zona con un aerosol? ¿Cuál es la higiene correcta de vagina y vulva?
El tema genera cierta polémica. Referentes del feminismo en la Argentina y fuera del país pusieron el grito en el cielo por considerar que promover la compra de este tipo de productos -que van desde los 3 mil a los 5 mil pesos- es una presión más para las mujeres que tienen que estar físicamente "perfectas" y además oler "correctamente". Sin embargo, la mayoría de los especialistas avalan con argumentos el uso de estos productos, siempre que se tomen ciertos recaudos.
De hecho, el desodorante íntimo en cuestión ha sido recomendado por la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires.
Sofía Forte, médica ginecóloga, habló con La Capital sobre este tema y se expresó a favor del uso del desodorante vaginal siempre que se aplique sin excesos, del modo adecuado y no "enmascare" alguna infección al "tapar" exageradamente los olores.
“La vagina tiene un olor leve que la mujer reconoce como normal. Es un olor habitual. Si eso cambia, si se siente un olor más fuerte y aparece un flujo más amarillento o verdoso es imprescindible hacer una consulta médica. El usar un desodorante o cualquier otro producto para evitar ese tipo de olor puede generar un problema más serio", destacó.
Para Forte, que es miembro del staff de Cema, del Sanatorio Mapaci y también atiende en la salud pública municipal de Rosario, el desodorante íntimo es una herramienta más que "puede ayudar a sentirse más fresca, cómoda, especialmente cuando hace mucho calor o una pasa un montón de horas fuera del hogar: siempre que se use de manera prudente y teniendo en cuenta que el producto respete el PH vaginal”.
“Ya sean desodorantes o jabones específicos para la zona, si están autorizados e incluso avalados por sociedades científicas, la usuaria se puede quedar tranquila. Tienen que estar ginecológicamente y dermatológicamente testeados y no tener ni alcohol ni parabenos que pueden producir irritaciones", remarcó.
“Esto no significa que haya que comprarlo sí o sí, eso dependerá de las ganas y las posibilidades de cada una, pero no es malo”, aclaró Forte.
Desterrar algunos mitos
En relación a la correcta higiene de la zona vulvar y vaginal, la médica desterró algunos mitos. Usar jabón blanco, de glicerina o de tocador común (algo muy difundido) no es recomendable. “El PH ácido de la vulva se debe respetar y la limpieza con alguno de esos jabones puede perjudicar ese PH. Lo mejor es lavarse con algún jabón líquido que tenga ácido láctico, una vez al día, con eso es suficiente".
Estar demasiado pendientes del olor y lavarse a cada rato puede provocar el efecto contrario y predisponer a más infecciones. Lo mismo que no tener la higiene adecuada, no cambiarse la ropa interior a diario, quedarse mucho tiempo con la malla mojada, son acciones que favorecen la proliferación de algunos gérmenes.
"La consulta más común que tenemos los ginecólogos es la de picazón, ardor y flujo, tanto en vulva como vagina, y se produce por el hongo cándida albicans. La cándida está en la piel pero cualquier cosa que desequilibre el PH puede favorecer que crezca de manera descontrolada y produzca una infección", dijo Forte.
"La recomendación es no tratar ninguno de estos síntomas por cuenta propia y hacer una consulta ginecológica para que el profesional determine exactamente cuál es el problema y la solución", remarcó.
También se pueden producir infecciones por otros hongos o bacterias y a causa de enfermedades de transmisión sexual.
Personas con diabetes, con defensas bajas o sometidas a un alto nivel de estrés tienen mayor predisposición de tener este tipo de problemas ginecológicos.
"Ante cualquier cambio que llame la atención hay que recurrir al ginecólogo o médico de referencia", destacó.
El desodorante y otros productos aprobados científicamente pueden usarse, pero atención que el exceso puede ser perjudicial.