El aislamiento social determinado por el gobierno nacional para afrontar la propagación del coronavirus provocó una situación crítica en el rubro peluquerías. Según representantes del sector, este parate generó un escenario que multiplicó las preocupaciones entre los responsables de esos negocios. "Quedamos afuera de toda asistencia, por eso creemos que es necesario que se declare la emergencia económica para nuestra actividad", remarcó Franco Sguassero, vocal de la Cámara de Titulares de Salones de Peluquería y Afines de Rosario (Catispar).
"Necesitamos que se tomen medidas paliativas que nos ayuden a afrontar las obligaciones previsionales, impositivas, sindicales, salariales, y el pago de servicios, alquileres y expensas", apuntó uno de los responsables del reconocido comercio Spazio Sguassero.
Vale recordar que debido al período de cuarentena, las peluquerías no pueden abrir sus puertas desde el jueves 19 de marzo. Y las nuevas determinaciones de excepciones no incluyen esta actividad, por lo que se suman una gran cantidad de interrogantes sobre el futuro laboral de quienes viven de este trabajo.
Los responsables de este tipo de locales indican que esta situación les impidió hacerle frente a sus obligaciones en tiempo y forma, por lo que solicitaron a las autoridades que tengan en cuenta esta problemática, y que adopten medidas urgentes para auxiliar a este sector.
"Estamos esperando que esto se solucione urgente y que las autoridades consideren la importancia de nuestro sector. Estamos fuera de toda asistencia, con una incertidumbre total. Necesitamos ayuda para que se reabra nuestra actividad comercial y así poder sostener nuestras fuentes de trabajo y las de nuestros empleados", enfatizó Sguassero.
"En esta profesión se vive el día a día, no te permite tener un respaldo. Los problemas los tienen desde los salones chicos unipersonales hasta los grandes espacios con más de 20 empleados. No sabemos cómo pasamos marzo. Y para abril se nos viene un panorama muy negro económicamente", exclamó el estilista.
Sobre sus principales necesidades, Sguassero indicó que "queremos que alguien escuche nuestro reclamo. Estamos fuera de todo y nos sentimos muy desprotegidos, en el medio de una disputa en la que no aparece nadie para ordenar".
En ese sentido, remarcó que "necesitamos que asuman las cargas laborales, porque están fuera de nuestro alcance, también créditos a tasa cero, pagables, y ubicar al sector en situación de emergencia".
De acuerdo a un relevamiento de Catispar, las peluquerías habilitadas en la ciudad, hasta diciembre de 2019, son 790. De esa cantidad, alrededor de 250 tienen un colaborador, mientras que el resto tiene entre 2 y 20 colaboradores.
En esa dirección, destacan que el 50 por ciento de los locales son explotados comercialmente por trabajadores autónomos, adheridos al régimen de monotributo, muchos de categorías altas y el resto responsables inscriptos, y advierten que hasta ahora no hubo ningún anuncio tendiente a contemplar esta situación.
Frente a este complicado panorama, afirman que "el 80 por ciento del sector va a caer en situaciones de insolvencia, y no podrán seguir funcionando", manifestó Sguassero, vocal de Catispar.
Para entender el alcance del sector, desde la entidad apuntan que además hay 920 peluquerías en total informalidad, y también hay que comprender a los peluqueros que trabajan a domicilio. Consideran que el rubro emplea entre 4 mil y 5 mil personas. "Por eso nuestra preocupación es inmensa. Es todo muy angustiante para nosotros. El sector está lleno de incertidumbre", confió Sguassero.