Las empresas que resisten las crisis con "respirador artificial"
"Hemos remado situaciones difíciles, pero nunca imaginamos esto", dijo un trabajador. "Estamos aguantando", indicaron en una firma.
17 de marzo 2019 · 00:00hs
Armando Torres tiene 50 años y es delegado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en Argental, una empresa líder del mercado en la industria de equipos para panificación, que hoy está atravesando un momento delicado y suscribió un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) en noviembre del año pasado. "Hemos remado situaciones difíciles, pero nunca pensamos que íbamos a estar así", admitió el trabajador, quien explicó el desplome en "la crisis de las panaderías, que no paran de cerrar por el aumento de la harina y las tarifas".
En la fábrica trabajan 180 personas, de las cuales 120 son operarios. Con los tercerizados, la planta supera los 500 trabajadores. "Acordamos suspensiones los dos últimos viernes de febrero, y los cinco viernes de marzo. Estamos cobrando el 80 por ciento del sueldo neto, pero a nosotros lo que nos importa es trabajar", dice el hombre que es empleado de Argental hace 25 años.
"En el país han cerrado 1.800 panaderías. Baja el consumo y los subsidios, aumentan las tarifas, el transporte y los insumos. Mes a mes, con el acompañamiento del gremio vamos discutiendo para poder sostener las fuentes de trabajo, porque empresa que cierra no abre nunca más", relató Torres. En junio se volverán a reunir para discutir el panorama. "No son buenas las perspectivas con estas políticas económicas", sindicó el delegado.
Por el lado empresarial, la línea es similar. "Estamos aguantando con el respirador puesto", se sinceró Gustavo Beimeras, responsable de Recursos Humanos de Fundición Martínez, una fábrica de piezas de hierro para vehículos de gran porte. La firma, también asentada en el cordón industrial, pudo ser reflotada en 2014 después de casi quebrar, salvando 80 fuentes de trabajo. En 2016 volvió a sufrir un golpe, de la mano de la apertura de las importaciones y los tarifazos, y entró en proceso preventivo. También está en el programa nacional Repro, que cubre una parte de los salarios.
Uno de los mayores inconvenientes es que se trata de una empresa electrointensiva: "En 3 años la boleta se multiplicó 15 veces", contó Beimeras con estupor. Otro es que sus clientes, que producen camiones, colectivos y semirremolques, no están fabricando por la tasa de interés astronómica que imposibilita la financiación. "El consumo cayó un 50 por ciento. Pero la gente no es la variable de ajuste. Por eso no despedimos ni suspendimos obreros. Cortamos las horas extras, adelantamos vacaciones, vamos acordando con el sindicato y los tres estamentos del Estado para sostenerla", sostuvo.
Para el responsable de Recursos Humanos, la salida es que "cambien las condiciones del mercado", porque "así es insostenible". Afirmó que para que la firma sea competitiva es necesario invertir, pero que por el momento se limitan a juntar los fondos para abonarlos salarios, sin mirada de mediano o largo plazo. "Esto es semana a semana, poniendo parches", lamentó, trazando un panorama común a muchas industrias de la región: la incertidumbre.