El barrio Don Alejandro, en la localidad de Arroyo Seco, debe ser uno de los pocos que no se sacuden frente a los anuncios de aumentos de tarifas de los servicios públicos. Más de la mitad de las 70 casas que empezaron a construirse hace unos años, aprovechando los créditos del Plan Procrear, tiene calefones solares y muchas comenzaron a instalar paneles fotovoltaicos para aprovechar también la luz del sol y producir electricidad. Martín Orecchia vive allí hace cinco años y, desde entonces, el tubo de gas envasado que abastece a la casa dura más de cuatro meses. Y, más increíble aún, la factura de la EPE muchas veces llega con un cheque a favor.
También es uno de los creadores de TecSolar, una empresa que diseña, comercializa e instala sistemas para el aprovechamiento de renovables para industrias y desarrollos inmobiliarios. Un rubro que, antes de la pandemia, se encontraba en pleno crecimiento y que ahora espera resurgir a partir del lanzamiento de una línea de créditos para la compra de equipos.
"Santa Fe es pionera en estos emprendimientos por dos factores: fue la primera en el país en contar con normativas adecuadas y, además, en el contexto de tarifas energéticas de los últimos años, la necesidad de reducir el costo de la energía alienta a que se piense en otro tipo de fuentes que resultan más económicas y más limpias", señala Orecchia. La energía verde se convierte así en una alternativa para viviendas particulares y empresas, pero también para clubes o entidades financieras.
De acuerdo al último informe de la Secretaría de Energía de la Nación sobre Generación Distribuida en Argentina, correspondiente al mes de abril, en todo el país hay 827 usuarios generadores. Córdoba es la provincia que lidera el ranking con 461 usuarios que producen su propia energía; siguen la provincia y la ciudad de Buenos Aires (211 y 65, respectivamente).
Santa Fe aún no adhirió a la ley nacional, ya que el proyecto hace dos años que espera el tratamiento en el Senado provincial. Sin embargo, todo su territorio tiene tantos usuarios generadores como estas tres provincias.
En todo el territorio santafesino, los usuarios generadores de energía vuelcan en la red una potencia distribuida de cuatro megavatios. Un número que por sí solo no dice mucho, pero que adquiere valor en la comparación: representa el consumo de unos 20 mil hogares. Pero hay otro valor más impactante, cuatro megas de energía limpia permiten eliminar las emisiones de dióxido que absorben unos 250 mil árboles.
Clubes y bancos "verdes"
En la zona sur, todos conocen al club Atlético Calzada por su equipo de básquet. El centenario club de San Martín al 3000 es reconocido también por sus prácticas ambientales. Desde hace cinco años empezaron a clasificar los residuos que generan, facilitando su recuperación, y cambiaron completamente la iluminación de su estadio cubierto por luces led. En ese marco también incorporaron termotanques eléctricos para garantizar agua caliente en los vestuarios.
"En el 2017 tuvimos que adecuar las instalaciones de gas del club y tomamos la decisión de evitar extender el tendido hasta los vestuarios e instalar un termotanque solar. En ese momento, la obra era mucho más económica que adecuar las instalaciones a los requerimientos de la red de gas natural", recuerda Juan Pablo Rodríguez, presidente del club, y destaca como "un acierto" la elección.
Siguiendo los cálculos que hicieron miembros de STS Rosario, una ONG que propone soluciones a los problemas socioambientales, instalaron un equipo de 360 litros que abastece los dos vestuarios "tal como lo hacían los termotanques a gas". El equipo tiene adicionalmente el apoyo de una resistencia eléctrica que se prende sólo eventualmente en invierno, después de varios días sin sol.
El club tiene 450 socios que, según destaca Rodríguez, acompañan y valoran las iniciativas ambientales. "Consideramos que la función de estos clubes es, un poco, como hacer escuela", explica.
Los clubes no fueron las únicas instituciones de la ciudad en sumarse a las energías verdes. Hace un año, el Banco Municipal de Rosario estrenó su sistema de energía sustentable. En la terraza de la sede de San Martín 730 se instalaron unos 84 paneles de energía solar que abastecen a la red eléctrica.
El proyecto nació el mismo año en que la entidad financiera celebró su 125º aniversario y formó parte de una serie de acciones para mostrar cómo uno de los bancos públicos más antiguos del país y el único Municipal en el sistema financiero que sobrevivió todas las crisis "sigue mirando también al futuro", según se lo promocionó oportunamente.
El sistema fue proyectado para que derive la energía generada a la red. Actualmente producen hasta uno 25 kilovoltiamperios por hora, el equivalente a lo que consume la iluminación de todo el edificio.
Con crédito
El uso de energías renovables no solo evita la producción de gases de efecto invernadero y la polución del aire, producto de la quema de combustibles fósiles. En las grandes ciudades reducen la presión que significa para el ambiente el crecimiento de la población y la actividad económica, sino que también resulta más económica.
En la provincia, "el 60 por ciento de los usuarios generadores son domicilios particulares, otro 30 por ciento se distribuye en el comercio y la industria y el 10 por ciento son instituciones sociales. Pero, si hablamos de potencia, son las industrias las que generan el 70 por ciento, porque son proyectos grandes", explica Franco Blatter, subsecretario de Tecnologías para la Sostenibilidad de la provincia y referente del Programa Energía Renovable para el Ambiente (ERA).
Al programa se sumó esta semana una línea de créditos por $400.000.000 para facilitar el acceso de industrias, Pymes y particulares a equipos de generación sustentable. La financiación permite la compra y la instalación de sistemas fotovoltaicos y termotanques solares producidos en el país. La iniciativa se dio a conocer el lunes pasado, desde entonces y hasta el viernes 7.400 personas visitaron la página donde se ofrece información sobre el programa.
Según destaca Blatter, los créditos se pagan con el ahorro de energía que permiten los equipos solares. Para una vivienda, el costo del calefón solar más la instalación es de 200 mil pesos, una inversión que se puede recuperar en dos años y medio o cuatro, depende si se reemplaza el gas natural o la garrafa.
Para generar energía eléctrica, una instalación fotovoltaica típica cuesta entre 500 y 750 mil pesos, depende del consumo. Si se quieren seguir haciendo números: si los equipos se financian con un crédito a cinco o seis años, el 70 por ciento de la cuota se solventa con el ahorro de las facturas de la EPE.
Acciones climáticas
La ministra de Ambiente y Cambio Climático, Erika Gonnet, destacó la importancia del lanzamiento de créditos para la instalación de sistemas de paneles solares fotovoltaicos o calefones solares. "Es una acción climática concreta que va a tener un gran impacto en la sociedad", sostuvo.
La financiación, confió, permitirá que empresas, pymes, monotributistas y vecinos accedan al equipamiento necesario para producir energías limpias.
Gonnet recordó que la iniciativa se enmarca en el plan de transición energética santafesino. "Nos faltaba de alguna manera una herramienta para poder acceder a este tipo de tecnologías, por eso junto al Consejo Federal de Inversión se puso en marcha esta línea crediticia con 400 millones de pesos".
La ministra señaló que "hay una gran demanda en relación a este tema" y consideró que las energías renovables no solo tienen impacto positivo desde lo ambiental, "sino que también vienen a generar una línea más de empleo. Con lo cual este plan tiene un impacto ambiental, pero también económico y social".
Para más información sobre las características de los prestamos se puede consultar en www.santafe.gov.ar/ambiente o en el sitio web del Plan Renovable.