Mientras sigue adelante una causa que ya tiene una decena de imputados por la muerte de al menos 124 personas, la Comisión Investigadora del Fentanilo Contaminado de la Cámara de Diputados de la Nación se reunirá este lunes al mediodía en Rosario. El Concejo Municipal será el lugar que reciba a legisladores y una docena de referentes de las familias de las víctimas que brindarán su testimonio y reclamarán la sanción de leyes para evitar que lo que consideran una "catástrofe sanitaria" vuelva a ocurrir.
Será la primera vez que la comisión investigadora de Diputados se reúna fuera del edificio del Congreso, en la ciudad de Buenos Aires. El encuentro fue solicitado por un grupo de familiares de personas que fallecieron en unidades de terapia intensiva después de recibir el fentanilo producido y comercializado por el laboratorio HLB Pharma y Ramallo S.A. El pedido de las familias de las víctimas no es caprichoso: Rosario es una de las ciudades del país en donde se reportó la mayor cantidad de casos en investigación judicial y las autoridades de la provincia y del municipio son querellantes en la causa.
La titular de la comisión, la ex intendenta Mónica Fein, explicó que en la reunión se escuchará exclusivamente a las familias, aunque el encuentro es abierto y legisladores y concejales ya confirmaron que participarán como oyentes. La próxima sesión de la comisión será el 13 de noviembre y están citadas autoridades del Ministerio de Salud de la Nación y del organismo encargado de fiscalizar la producción, comercialización y distribución de medicamentos, la Anmat.
Según lo establecido en la resolución que dio origen al cuerpo, la comisión tendrá tiempo hasta el 9 de diciembre para elaborar un informe final. Ese documento deberá dar cuenta de las omisiones administrativas que posibilitaron la crisis sanitaria y proponer recomendaciones y proyectos de ley con el objetivo de prevenir este tipo de situaciones.
Las voces de las familias
Ivana Esteban es la hija de Ángela Campos. El primer día de marzo de este año, acompañó a su mamá al Hospital Italiano con una complicación en las piernas producto de una erisipela. Unos 36 días después la mujer falleció de un paro cardiorrespiratorio en la terapia del centro de salud de zona sur. Los médicos le explicaban que había contraído una neumonía causada por una bacteria "sin nombre" y resistente a los tratamientos convencionales. Recién después del fallecimiento de Ángela, Ivana supo que la bacteria era Klebsiella, uno de los patógenos hallados en el lote de fentanilo producido por HLB Pharma.
Su historia, dice, es similar a la de varias de las familias que por esos días compartieron la unidad de cuidados críticos con su mamá. Y a la de muchas de los familiares de otras salas de terapia intensiva de otros hospitales de las ciudades de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Santa Fe y Formosa. Lo que sucedió, afirma, es una "tragedia sanitaria".
Ivana es querellante en la causa judicial que lleva adelante el juez Ernesto Kreplak, titular del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal de La Plata. "La comunidad de familias de víctimas no sólo somos parte activa en lo judicial, sino que también sabemos que necesitamos que los legisladores nos acompañen en el tratamiento de leyes para prevenir esto, que no fue un hecho aislado, sino un desastre sanitario", señala.
La mujer es una de las doce que ofrecerán su testimonio en la jornada que se realizará este lunes al mediodía en el Concejo Municipal. "Necesitamos visibilizar la magnitud de lo que pasó", señala, y recuerda que de las 124 muertes reportadas en la causa judicial, 59 son de personas que viven en la provincia y, de esos, 30 son rosarinos", dice.
Para Ivana, "este desastre sanitario dejó en evidencia que el sistema de control de medicamentos está roto, porque de otra forma esto no hubiera sucedido. Tampoco se cumplió con la ley de acompañamiento a víctimas o con el acceso a las historias clínicas de los pacientes", agrega.
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Las leyes que faltan
Tal como lo expusieron la semana pasada en la última reunión de la comisión investigadora, los allegados a las víctimas sostienen que la crisis del fentanilo adulterado no se reduce a un laboratorio que operaba en dudosas condiciones, ni a un organismo de control que incumplió con su tarea, sino que es producto de un combo explosivo entre la mala praxis, falta de fiscalización y omisión de información, entre otras falencias.
Por eso, presentaron a los legisladores una nota con diversas propuestas. Una de ellas reclama una ley exhaustiva de trazabilidad de medicamentos de alto riesgo, que incluye obligatoriamente al fentanilo y opioides sintéticos dentro de un sistema de trazabilidad digital integral, que incluye el registro individual de cada una de las unidades de producción hasta la administración al paciente.
Además, advierten sobre la necesidad de digitalizar y centralizar la información sanitaria, la creación de un sistema nacional de alerta y notificación inmediata que active de forma automática alertas ante sospechas de contaminación, efectos adversos o irregularidades en medicamentos, e incorpore sanciones específicas para los establecimientos de salud o laboratorios que omitan, demoren o falseen información.
Por otro lado, reclaman el fortalecimiento de la Anmat con la ampliación de competencias, recursos y fiscalización digital; exigencia de reportes virtuales de producción, calidad y eventuales irregularidades; formación de profesionales y responsables sanitarios en control de calidad, trazabilidad y reportes sanitarios.
Y, por último, piden hacer más estricta la fiscalización de la industria farmacéutica y hospitales; la creación de un sistema virtual que constate cantidad y calidad del producto, profesionales intervinientes en el proceso de producción; fundamentar la cantidad de producción de acuerdo a la demanda del mercado y calificar a la empresa de acuerdo a la calidad del producto.
El fentanilo es un opioide utilizado para tratar el dolor, sobre todo en las áreas críticas. En abril pasado, el Hospital Italiano de La Plata comenzó a registrar un brote de infecciones respiratorias graves (bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia spp) en pacientes internados en terapia intensiva. Al investigar este brote, hallaron restos de ambos patógenos en ampollas de fentanilo suministradas a los pacientes.
El 7 de mayo, ese centro de salud informó los casos y al día siguiente la Anmat emitió un alerta para que no se utilizara ese lote de fentanilo producido por el laboratorio HLB Pharma por “encontrarse en investigación por desvío de calidad”. Seis días después, se prohibió el uso, la comercialización y la distribución en todo el territorio nacional de ese lote específico y se clausuró la planta del laboratorio.
De acuerdo a la investigación judicial, hay 124 personas afectadas por la administración del fármaco. Un número que podría ser mayor de acuerdo a la cantidad de ampollas que se utilizaron en hospitales y sanatorios de todo el país.