Los cuidacoches que tensan las calles de Rosario y los pasillos del Concejo. El miércoles la concejala de Evolución Anahí Schibelbein criticó la postura de la comisión de Obras Públicas en el debate sobre el tema. Ante sus dichos, quien recogió el guante fue Fernanda Gigliani, presidenta de la comisión, publicando un video de la intervención de la edila pullarista.
Además, en diálogo con LT8, Gigliani explicó que la iniciativa en discusión se presentó en la última semana de septiembre y forma parte de “los tantos proyectos” sobre el tema. “Subimos el video de la comisión para desmentir que no pudo hablar”, arremetió.
Luego de la reunión, Schibelbein ingresó la carpeta en la comisión Parlamentaria, donde se organizan las sesiones y los temas a discutir sobre tablas, pero “ni siquiera contaba con los votos de su propio interbloque”, deslizó la edil de Iniciativa Popular.
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Tras presentar la filmación, seguida de una serie de tuits, Gigliani invitó a ser “sinceros ante la sociedad” e instó al oficialismo a “explicar hacia donde ir porque si te dicen que requieren la normativa de Schibelbein para actuar contra los trapitos, qué es lo que se viene haciendo. Incluso publicando videos o fotografías de detenciones”.
En concreto, hoy la Municipalidad de Rosario, y sus áreas de control, cuentan con el artículo 300 del Código de Convivencia aprobado en 2022 que expresa: “La persona que, mediante actos determinados obstruya o altere la fluidez o seguridad del tránsito, o que mediante actos extorsivos y/o de cualquier otra manera se arrogue preferencia de uso sobre la calzada o parte de la misma sin autorización alguna de la autoridad, será sancionada con multa de 10 a 200 UF y/o con la realización de tareas educativas y concientizadoras”. Sin embargo, para la concejala de la oposición este artículo “es una venta de humo”.
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Por último, mostró dudas ante una resolución por medio de la prohibición total y pidió “separar a los que tienen la actividad como sustento de vida, de los que se organizan para cometer delitos”.
Sin confirmación oficial, Gigliani adelantó que en la próxima reunión de la comisión de Obras Públicas del próximo martes 8 de octubre se presentarían funcionarios del Palacio de los Leones para abordar la problemática.
Qué planteó Schibelbein
Con el objetivo de abordar una problemática que parece no tener fin Schibelbein se presentó en Obras Públicas. El malestar y la alteración del orden público por la presencia de cuidacoches violentos es una queja recurrente de los vecinos y se multiplican a la hora de eventos masivos. Ante esto, la edil busca con su iniciativa resolver la presencia de trapitos en zonas de gran congregación de gente como la exRural, el Anfiteatro Humberto de Nito, Metropolitano y el Parque Nacional a la Bandera, entre otros.
En este contexto, denunció falta de discusión: “Estaba en el número dos en el orden de día y me dieron 30 segundos para solicitar que se planteara el tema con una agenda de trabajo a corto plazo. Me molestó y por eso ayer antes de que cierre el día llevé el proyecto a Parlamentarias para que lo discutamos y llevemos a la sesión del jueves”, relató en LT8 la edil molesta con la actitud de sus pares.
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Demorados. Dos cuidacoches extorsionaron a un automovilista en pleno microcentro.
Llegó puntual y esperó 60 minutos para tomar la palabra. Los “30 segundos” de exposición cerraron la comisión y “un tema que se debate hace 12 años por lo menos”, rememoró la concejala. Con autocrítica vigente, no escapó a los reclamos de los vecinos: “Cuando planteamos el tema, te dicen ‘siempre lo mismo’”.
Schibelbein, al no ser parte de la comisión de Obras Públicas, solicitó prioridad para debatir el proyecto que redactó junto a Carlos Cardozo. Reconoció la existencia de otras iniciativas sobre el tema, pero “ninguna como la nuestra”.
El acto de solicitar ayuda voluntaria en la vía pública no es un delito, explicó la edil, pero rápidamente aclaró: “Cuando aparece la extorsión sí, eso está prohibido y el mi proyecto viene a reforzar el artículo 300 bis del Código de Convivencia”.
"Si se aprueba el proyecto, Control Urbano directamente podría retirar a una persona que esté extorsionando”, finalizó.
Por la crisis hay cada vez más cuidacoches en Rosario
La actividad de los cuidacoches se incrementó de manera considerable en Rosario por la crisis social y económica que atraviesa el país. En la mayoría de los casos relevados por la Secretaría de Control municipal involucra a personas en situación de calle y, en otros casos, con pedidos de captura activos por la Justicia penal. Entre las denuncias abundan el excesivo hostigamiento a cambio de dinero, agresiones verbales o físicas o disturbios en la vía pública.
Del 18 de abril hasta el 17 de agosto, el municipio ya relevó un total de 320 personas que intentan obtener ingresos económicos a través de esa actividad ilegal, pero estiman que ese número seguirá creciendo. Las iniciativas presentadas en el Concejo pivotean entre la prohibición total y definitiva hasta una reglamentación ordenada bajo un registro de personas que se dedican a esta actividad para poder brindarles otras herramientas.
El secretario de Control y Convivencia del municipio, Diego Herrera, había asegurado en declaraciones a La Capital que la actividad, que ya contaba con una cantidad considerable, se expandió en los últimos tiempos a raíz de la crisis social que atraviesa el país.
"Calculamos que se incrementó como consecuencia de personas que viven en situación de calle. De esos 320 que relevamos, seguramente hay alrededor de un grupo de 20 personas que va rotando en diferentes turnos en cada sector", precisó.