César Roldán, el colectivero asesinado el sábado a la tarde cuando estaba al volante de un ómnibus en Eva Perón y Cullen, había cambiado su turno con un compañero porque necesitaba estar libre este lunes para acompañar a su hijo más chico a un partido de fútbol.
Todo parece indicar que el feroz ataque que sufrió Roldán no tenía un blanco señalado previamente, y la sensación que sobrevuela a menos de 48 horas del crimen es que el destino fatal le pudo tocar a cualquier chofer de la línea 116 que atinara a pasar por allí.
Desde la sala velatoria de Córdoba al 2900, David Moreyra, tío de Roldán, definió a su familiar como “una persona que no tenía maldad, era una excelente persona, vivía para su familia, no tenía problemas con nadie, siempre estaba predispuesto para todo el que lo necesitara. Era un excelente padre y esposo”.
Roldán trabajaba como chofer desde hacía 10 años. Estaba casado con Belén y con ella tuvo dos hijos, Juan Ignacio, de 11 años, y Lisandro, de 9. Primero se desempeñó como colectivero de larga distancia, y cuando se incorporó al servicio urbano cubrió el horario nocturno y ya hacía poco que había pasado al turno diurno.
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En declaraciones a LT8, Moreyra contó: “Ese sábado (Roldán) tenía franco, pero trabajó porque hoy lunes tenía que llevar al hijo más chico a jugar al fútbol. Por ese motivo cambió el turno con un compañero. Le tocó a él porque estaba en el momento y en el lugar donde no tenía que estar”.
Consternado, sostuvo que el ataque que sufrió su sobrino “era para cualquiera". Y añadió: "Lamentablemente, Rosario está pasando por esta situación y nos puede tocar a todos. Nadie está exento de esta locura que afecta a la ciudad”.
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Dirigiéndose hacia los autores de la balacera del sábado, Moreyra dijo: “Destruyeron a una familia completa. Belén y los chicos no paran de llorar, al igual que los compañeros y amigos. Han matado a una excelente persona. Les pido a las autoridades que se van y a las que se llegan que se preocupen por la gente, que haya más seguridad y justicia para César, que se pongan a trabajar en serio y encuentren a estos asesinos para que paguen por lo que hicieron”.
Finalmente, Moreyra le agradeció “a los compañeros de César que se acercaron a expresar sus condolencias, al intendente que se comunicó con la familia, la empresa Moque nos brindó el apoyo. Todos se portaron muy bien, ahora queremos que se haga justicia por César, es atroz lo que pasó”.