Si bien reconocen que hay puntos por aclarar, admiten que la normativa otorga un marco regulatorio al trabajo que venían realizando sobre cannabis medicinal
Por Matías Petisce
Cannabis medicinal: el gobierno modificó los requisitos de inscripción de los cultivadores.
Distintas organizaciones rosarinas que promueven la regulación del cannabis medicinal miraron de manera optimista la nueva resolución del gobierno nacional que modificó los requisitos para inscribirse al registro de cultivadores conocido como Reprocann. Con esto derogó una vieja resolución que tenía una serie de restricciones. Las entidades indicaron que aún persisten algunos grises en la normativa, pese a que la novedad resultó auspiciosa.
La resolución 1.780/2025 que se publicó en el Boletín Oficial busca corregir “los efectos adversos del sistema tal como actualmente se encuentra regulado” y genera “un reordenamiento del marco normativo relativo a los cultivadores para uso terapéutico”. Más allá de eso, para muchas organizaciones y actores que militan por el uso del cannabis medicinal aún queda mucha tela para cortar en cuanto al registro nacional de semillas y otros asuntos.
Pese a una definición un tanto amplia tal como figura en el decreto publicado, desde la ONG "Madres que se plantan", Carina Prietto señaló en declaraciones a La Capital: "El reclamo siempre fue tener un producto para nuestros hijos, esa fue nuestra batalla de siempre".
Aun con el anuncio en plena instancia de análisis y debate, aclaró: "Hay que entender que nosotros no somos los únicos y hay un montón de ONG que cumplen un rol fundamental para muchas familias, que no saben dónde caer a partir de este reordenamiento".
En ese sentido, propuso: "Lo que tenemos que discutir es qué avances se tomaron o no a partir de tomar el control de la planta".
A su vez, apuntó contra los mecanismo burocráticos previstos en la nueva enmienda, en cuanto al registro, alta ya baja de usuarios y terceros. "Aún falta saber cuáles son los entes que van a supervisar, aunque se le otorga preponderancia a los cultivadores", rescató.
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En ese marco, consideró con con esta normativa se retrotrae a la base de la ley 27.350 respecto al uso medicinal del cannabis. "Se busca un mayor control y rigurosidad sanitaria e introduce a las personas jurídicas, pero aún debemos saber cómo se van a implementar", comentó.
"Siempre buscamos legitimarnos al igual que la Asociación de Usuarios y Profesionales para el Abordaje del Cannabis (Aupac). Hay que seguir legitimando en el tiempo y entender que lo que hacen las organizaciones es cubrir lo que el Estado no se encarga", argumentó respecto a la normativa y los alcances.
Tanto para Madres que se Plantan como otras ONG, el requisito de contar con un director técnico médico, y otro especialista en la parte productiva de la planta no es una novedad porque, de hecho, ya venían trabajando desde hace tiempo.
"Ententiendo que necesitamos un producto seguro y esto es lo último que se pone en valor, pero entendemos que hay un montón de ONG que tenemos que ver cómo van a encuadrar en todo esto porque el aporte que hacen a muchas familias es fundamental", aclaró.
Y consignó: "Nunca tuvimos médicos porque vamos por el producto y su investigación permanente, que el aceite, ya que estamos en busca de ver cómo se legitima este producto, por eso contamos con encargados de cultivos, biotecnóloga, fitomejorador, abogados y otros especialistas".
De acuerdo a lo que trascendió hasta ahora, el referente del Centro de Estudios Interdisciplinarios para la Salud (Ceis), Mariano Malvar, consideró que es muy incipiente aunque celebró la medida en tanto y en cuanto sirva para darle un marco regulador.
"Es una resolución que estábamos esperando, ya que trabajamos dentro del marco regulatorio. Somos la cuarta institución que logró obtener un permiso acorde a las normas, pero sabemos que todavía está muy verde la cuestión de fondo. Por ejemplo, queremos saber qué va a pasar con la licencia del Instituto Nacional de Semillas (Inase), que vence a fin de mes", apuntó.
También destacó que la norma habilita proyectos de investigación que no estaban del todo claros. "Desde nuestro punto de vista apoya a seguir investigando sobre los usos de la planta y nuevos destinos para distintas patologías", valoró.
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También aclaró que hay nuevos actores involucrados que esta ONG ya poseía, tales como ingenieros agrónomos de lineamiento, cromatografía de lotes, médicos y otros integrantes que vendrían a darle un marco riguroso, pese a que muchas organizaciones vinculadas y comprometidas con el uso del cannabis medicinal ya dieron pasos agigantados en la materia.
"Los estudios y análisis del cultivo los hacemos con la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) y trabajamos en proyectos de investigación, pero todo esto había que formalizarlo dentro de un marco, aunque no está claro el alta y baja de usuarios en el Reprocann, un trámite que suele demorar unos cuantos meses", señaló.
Y destacó: "Todo lo que sirva para la regulacion de la industria es bienvenido y un poco más adaptado a la realidad, que es lo que necesitamos. Además todas estas investigaciones y estudios como el cromatográfico tiene un costo alto, pese a que están organizados en convenios con diferentes universidades nacionales"
Dentro del equipo interdisciplinario de la ONG Ceis colaboran alrededor de 71 profesionales, entre los que se encuentran médicos, kinesiólogos, musicoterapeutas, psicólogos, ingenieros agrónomos, productos, especialistas en analítica y voluntarios con presupuestos modestos para toda la labor que representa.
Sin embargo, los interrogantes aún siguen en el universo de quienes fomentan el cannabis medicinal. "Ocurre que se acerca gente que probó en producir aceite de manera casera y quiere acudir a una ONG, pero hasta el momento no tenía opción porque no podía inscribirse con nuestra ONG, por eso queremos saber cómo se va a llevar adelante todo eso", se preguntó.
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