Calles anegadas, hundimientos, cables cortados y árboles en riesgo de caída es el saldo que dejaba el temporal que se precipitó sobre Rosario con una acumulación de precipitaciones superior a los 42 milímetros en un período relativamente corto. Esa tormenta que amenazó el miércoles por la noche llegó finalmente este viernes por la tarde -como anunció el SMN- y acaeció con fuertes ráfagas. La novedad es que al menos por el momento no no hubo que lamentar aplastamientos por caída de árboles añosos. Recomendaciones de Defensa Civil para evitar anegamientos.
Hasta las 15.30, el Centro de Operaciones de Emergencias Municipal (Coem), dependiente de Defensa Civil local, recepcionó tres reclamos desde la zona noroeste, uno en zona centro, tres en el oeste, uno en el norte y otro en la zona sur por anegamientos en bocas de tormenta, situación que genera más de un dolor de cabeza transitar esos barrios de la ciudad, ya sea a pie o en vehículos por la peligrosidad que representa ante un eventual pozo o bache no previsto, algo que suele suceder a menudo.
Sucedió que pasado el mediodía se desató un fuerte temporal de lluvia y viento y rápidamente comenzó a inundar calles. Un caso reflejo fue el de la zona del barrio del Abasto, aproximadamente entre las manzanas de Paraguay, Cerrito, Riobamba y Corrientes donde se acumularon grandes espejos de agua, por lo que se tornó intransitable para circular con vehículos y la incomodidades de quienes iban a pie y debían sortear la lluvia y el viento mientras buscaban un claro para no caer en esos charcos. Una situación idéntica ocurría en Güemes y Alvear y en sectores de barrio Martin, donde el agua se acumula en grandes cantidades.
En ese lapso, desde el Coem contabilizaron un total de 42.19 milímetros, por eso llamaron a la población a cuidar la higiene urbana y no arrojar hojas, bolsas o plásticos en al vía pública, que suelen perjudicar el drenaje correspondiente de las bocas de tormenta y desagües.
Recomendaciones para evitar anegamientos
"Estamos con mayor frecuencia de eventos y alertas producto del fenómeno de El Niño, por eso recomendamos la limpieza de desagües y canaletas, al tiempo de arrojar la basura en los contenedores correspondientes. Del mismo modo, es prioritario evitar tirar botellas, bolsas y plásticos u hojas en la verada, que son los que obstruyen los medios de drenaje del agua", recomendó el titular de Defensa Civil, Gonzalo Ratner, en declaraciones a La Capital, mientras el cielo continuaba amenazando con seguir descargando precipitaciones.
La buena noticia es que de los diez reclamos recepcionados por arbolado y ramas caídas, no hubo registros caída de árboles como ocurrió meses atrás. Tan sólo fueron reportados cinco ejemplares con riesgo de caída, tres por ramajes y otros dos menores, que fueron subsanados por personal de esa dependencia.
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También hubo cables cortados y una columna electrificada, a lo que se sumó el hundimiento de tres veredas, pero no se registraron heridos ni pérdidas materiales hasta las 16.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) redujo el alerta que pesaba sobre la región de naranja a amarillo, aunque aún se esperan tormentas fuertes.
En ese fenómeno se prevén ráfagas, actividad eléctrica frecuente, ocasional caída de granizo y, principalmente, abundante caída de agua en cortos períodos.
Para ello se estiman valores de precipitación acumulada entre 30 y 70 milímetros, que pueden superarse de forma puntual.
El Niño, un fenómeno a tener en cuenta durante este verano
El Niño llegó para quedarse. Se manifiesta con tormentas, lluvias, actividad eléctrica y ráfagas. Así lo hará de manera intensa y sostenida, según anticipan los especialistas a la hora de pensar qué ocurrirá entre noviembre y diciembre. Un panorama que se profundizará hasta el otoño.
En ese contexto, la buena noticia es que habrá abundantes reservas de agua dulce en los humedales de la región y el río Paraná, pero no son tan buenas noticias para el sector agropecuario: habrá pérdidas por eventuales inundaciones y anegamientos en zonas rurales.
La región registró fuertes ráfagas y copiosas lluvias durante las últimas horas. Y eso es tan solo el comienzo de una temporada meteorológica que viene a contrarrestar lo que fue la Niña, con extensas y profundas sequías durante tres años consecutivos.