La Corte de Swansea (la segunda ciudad más grande del país de Gales, Reino Unido) comenzó a enjuiciar a un hombre que ahorcó a su esposa en trance de sonambulismo. Lo relevante del caso es que el acusado podría ser declarado no culpable.
La Corte de Swansea (la segunda ciudad más grande del país de Gales, Reino Unido) comenzó a enjuiciar a un hombre que ahorcó a su esposa en trance de sonambulismo. Lo relevante del caso es que el acusado podría ser declarado no culpable.
Los hechos se desencadenaron en julio de 2008 cuando Brian Thomas, de 59 años, y su esposa Christine Thomas, de 57, estaban durmiendo en una casilla rodante en el balneario de Aberporth, (Ceredigion, centro oeste de Gales).
Brian, oriundo de Neath (ciudad ubicada a 11 kilómetros al noreste de Swansea) declaró que esa noche soñó que escuchaba ruidos y que derribaba a su atacante.
El abogado defensor de Brian, Paul Thomas, aseguró ayer en la apertura de las deliberaciones que se estaba ventilando un caso "muy inusual".
El letrado describió cómo el acusado, en efecto, mató a su mujer (de la que era novio desde la infancia), porque había soñado que era un hombre que había irrumpido en su casa rodante.
En ese marco, argumentó que Brian no era consciente de sus acciones cuando estranguló a su esposa de hacía 40 años.
Varios especialistas convocados al estrado ratificaron que una persona puede cometer actos en estado de sonambulismo de manera totalmente involuntaria y que el acusado no podía ser acusado responsable del crimen.
El defensor precisó que, si bien su defendido había admitido el asesinato, la fiscalía no había abordado la causa como un crimen alevoso sino como un homicidio involuntario.
El abogado de Brian dijo que claramente se está ante un caso de demencia transitoria y que "la alternativa del fallo será un simple veredicto de no culpable".
Hizo hincapié ante el jurado que la pareja, que tiene dos hijas mayores, estaba disfrutando de "unas felices vacaciones" cuando ocurrió la tragedia en la casa rodante.
Precisamente, las hijas dijeron que su padre había sido propenso a los episodios de sonambulismo, durante los cuales en no pocas oportunidades había actuado en forma "muy extraña".
El desencadenante. La noche del, por lo menos hasta ahora, involuntario crimen, el matrimonio Thomas estaba durmiendo en su casa rodante estacionada en un cámping del balneario de Aberporth cuando un grupo de jóvenes pasó en sus autos por el lugar haciendo chirriar sus neumáticos y alborotando por el lugar. La pareja, perturbada, decidió entonces trasladarse a otro lugar del parque.
Aparentemente, el altercado provocó un profundo disturbio en Brian.
La fiscalía dice que a la mañana siguiente del episodio, el confeso asesino llamó a emergencias (cuyo registro se expuso en el tribunal) advirtiendo que había matado a su esposa al confundirla con un intruso en la casilla rodante.
Dijo que soñaba que estaba luchando con uno de los muchachos que habían provocado disturbios en el estacionamiento pocas horas antes. Le dijo "estaba luchando con uno de esos muchachos, pero cuando me desperté no era un joven, era Christine".
Brian repitió lo que le había dicho a policía cuando llamó a emergencias, que había soñado que un hombre se arrastraba por su cama y él lo había inmovilizado tomándolo por la cabeza y aplicándole una llave de lucha grecorromana. Cuando despertó, encontró a su esposa muerta en la cama.
La fiscalía, sin embargo, recordó que en su momento, los investigadores policiales se mostraron muy escépticos sobre la versión del hombre y lo habían acusado de asesinato.
Pero debido a que el demandado había planteado la cuestión de su trastorno del sueño, tanto la defensa como la fiscalía abordaron otra línea de investigación y encomendaron análisis a varios expertos.
Los ensayos se realizaron mientras Brian Thomas mientras dormía y los expertos coincidieron en que el comportamiento del acusado fue involuntario.
El abogado defensor insistió ante la Corte que la conducta de Thomas fue consistente con el automatismo, lo que significaba en el momento en que mató a su esposa, su mente no tenía control sobre lo que estaba haciendo.
Más tarde, el tribunal escuchó una síntesis de la comunicación del acusado con los servicios de emergencia cuando ocurrió la tragedia.
En esas instancias, Thomas rompió vivamente en llanto y se cubrió el rostro con las manos. En la grabación se escucha a Thomas decir entre llantos y presa del pánico "Creo que maté a mi esposa. ¡Oh mi Dios!".
Explicó que él pensó que había estado luchando, pero luego le dice al operador: "No había muchachos, era yo. Debo haber estado soñando o algo así". Más tarde se le oye decir: "Yo la amo. ¿Qué he hecho? Ella es mi mundo".
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