Detectar y frenar el avance del Alzheimer en su fase inicial podría ser una realidad en un plazo de entre cinco y 10 años gracias a una nueva tecnología de imagen, que aumenta la sensibilidad y la resolución de las pantallas actuales y que podrá llegar hasta la zona del cerebro donde se originan la mayoría de las enfermedades neurológicas.
El Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Boston (EEUU), uno de los centros de investigación más prestigiosos, creó la máquina Connectone, un escáner que permite ver las estructuras más pequeñas del cerebro, las estructuras laminales de la corteza cerebral.
Con este avance se prevé que dentro de "cinco o diez años", según vaticinó el doctor Lawrence Wald, que dirige la investigación, se puedan localizar pequeños grupos de células muertas del cerebro que son los marcadores iniciales de enfermedades como el Alzheimer, la gran pandemia del siglo XXI. A juicio de este especialista, "se podrá diagnosticar antes de que se produzcan los síntomas, y así podremos retrasar el proceso o incluso pararlo", afirmó.
También supondrá un avance para otras enfermedades mentales como la depresión, la esquizofrenia, para encontrar tumores cerebrales en estadios más tempranos o los focos de la epilepsia. "Lo que de verdad deseamos es poder ver lo que llamamos placas y ovillos neurofibrilares que están entre las células que primero mueren en los procesos de Alzheimer. De manera que podamos detectar el problema antes de que aparezcan los síntomas cognitivos", especificó.
Hasta la fecha se ha conseguido localizar estas células en cerebros humanos muertos y en ratones. "Esperamos poder analizarlo en cerebros vivos, con lo cual estamos esperanzados", señaló el doctor.
Esta técnica se basa en la obtención de imágenes detalladas de órganos, entre ellos el cerebro, y tejidos internos a través de campos magnéticos, utilizando grandes imanes, ondas de radiofrecuencia y el aparato adecuado para ver esas imágenes. Algo que se traduce en: "Cuanto más mires, más ves", resumió.
En la actualidad. En estos momentos, las máquinas que se utilizan en los hospitales tienen, generalmente, 1,5 teslas, que es la potencia magnética de los imanes. Sin embargo, esta tecnología la está comercializando la empresa Siemens en todo el mundo desde hace dos años por 100.000 euros con una potencia de 7 teslas.
Hasta la fecha existen 20 máquinas de este tipo, pero ninguna en un hospital español y de Latinoamérica.
La máquina posee también 96 canales de adquisición, que son las encargadas de detectar la señal que envía el imán. Para el doctor Wald, crear una máquina más precisa, es decir, con más potencia magnética, sería "como el Santo Grial, el principal objetivo de nuestra investigación".
Wald reconoce que estas máquinas "todavía son costosas", pero que resulta más caro todo el proceso de la cirugía de este campo. Si se logra encontrar el foco exacto de la patología antes de operar al paciente, permitirá trabajar con exactitud y, por lo tanto, ahorrar costos.