Un chico 12 años filmó en forma accidental el momento en el que delincuentes asaltaban a su familia en el barrio porteño de Villa Real y logró avisar a la madre de un amigo, que finalmente llamó a la policía.
Un chico 12 años filmó en forma accidental el momento en el que delincuentes asaltaban a su familia en el barrio porteño de Villa Real y logró avisar a la madre de un amigo, que finalmente llamó a la policía.
El incidente se produjo el viernes por la noche cuando los tres delincuentes aprovecharon el momento en el que el hermano mayor del niño, de 20 años, ingresaba a la casa junto con su novia.
En el momento del asalto, se encontraban en la casa la madre de los chicos, el niño de 12 y otro de sus hermanos, de 14.
Cuando irrumpieron los ladrones en la casa, el chico de 12 se encontraba en su habitación y se comunicaba a través de una videollamada con un amigo de su edad.
En la filmación se pueden escuchar los gritos de la novia del hermano mayor del chico y la voz de uno de los asaltantes.
El niño y su hermano de 14 años corrieron hacia el baño y se encerraron, para avisar por teléfono a una vecina de la familia.
La vecina se aproximó a la casa asaltada y pudo ver a los delincuentes cuando se llevaban parte del botín.
"Nos vieron", dijo uno de los delincuentes y prefirió alejarse con una netbook, dos joysticks de videojuegos y dos celulares, mientras dejaron abandonado en el hall de la vivienda un televisor, según señaló la propia damnificada.
"Si no fuera por esa llamada nos hubieran desvalijado la casa", expresó Eugenia.
La mujer aseguró que por suerte mantuvo una posición "fría" y se dio cuenta de que los delincuentes, tres jóvenes que aparentemente tenían unos 20 años, no les iban a hacer nada.
"Yo les empecé a hablar para que se quedaran en la planta baja de la casa, porque arriba estaban los chicos", expresó en declaraciones al canal A24.
Según Eugenia, su hijo menor hablaba por videollamada con un amigo porque quería "gastarle una broma, haciéndose pasar por un youtuber". También contó que los dos chicos menores, antes de encerrarse en el baño, escondieron bajo una cama la consola de juegos, por lo que los delincuentes sólo se llevaron los joysticks.