"El grito" de Edvard Munch, una de las imágenes más famosas del arte, se vendió por casi 120 millones de dólares en Nueva York. El cuadro de 1895, un símbolo moderno de la ansiedad humana, fue rematado en la casa Sotheby's anoche.
"El grito" de Edvard Munch, una de las imágenes más famosas del arte, se vendió por casi 120 millones de dólares en Nueva York. El cuadro de 1895, un símbolo moderno de la ansiedad humana, fue rematado en la casa Sotheby's anoche.
El precio total (119.922.500 dólares) incluye la prima cobrada al comprador. El cuadro era la única versión de la pintura que quedaba en una colección privada. No se dio a conocer la identidad del comprador.
La pintura de 1895 de un hombre con las manos a los lados de la cabeza gritando bajo un rayado cielo rojo se ha convertido en parte de la cultura pop, siendo "usada por todos desde (Andy) Warhol hasta Hollywood, caricaturas, tazas, camisetas y demás", dijo Michael Frahm, de la firma de asesoría de arte Frahm Ltd, con sede en Londres.
Es una de cuatro versiones creadas por el pintor expresionista noruego y es la única que queda en manos privadas; las otras tres se encuentran en museos en Noruega. La ofrece el empresario noruego Petter Olsen, cuyo padre fue amigo y mecenas del artista. "Junto con la Mona Lisa, es la imagen más famosa y reconocible en la historia del arte", añadió el experto.
Sotheby's dijo que la versión en pastel sobre tabla de "El grito" de 83,5 centímetros de alto por 66 centímetros de ancho es la más colorida y vibrante de las cuatro y la única cuyo marco fue pintado a mano por el artista para incluir un poema en el que detalla la inspiración del trabajo.
En el poema, Munch se describe a sí mismo "temblando de ansiedad" y sintiendo "el gran grito en su naturaleza". Las ganancias de la venta irán a la creación de un nuevo museo, un centro de arte y un hotel en Hvitsten, Noruega, donde el padre de Olsen y Munch fueron vecinos.
"He vivido con esta obra toda mi vida y su poder y energía sólo han incrementado con el tiempo", dijo Olsen en febrero. "Ahora, empero, siento que ha llegado el momento de ofrecerle al resto del mundo una oportunidad de poseer y apreciar este extraordinario trabajo".
Sólo tres obras ostentaban el récord anterior de venta de "El Grito", "Desnudo, hojas verdes y busto", que Christie's remató por 106,5 millones de dólares en 2010 en Nueva York, "Muchacho con pipa (El joven aprendiz)", también de Picasso, por 104,1 millones en el 2004, y "El hombre que camina" de Alberto Giacometti, por 104,3 millones de dólares en el 2010.
Se conocen ventas más caras, como el "No.5" de Jackson Pollocks por 140 millones hace cinco años, pero fueron negocios privados y no subastas.
Temporada excepcional. Las ventas de arte de la temporada de primavera arrancaron anteayer en Nueva York con buen pie para Christie's (otra casa especializada en arte), con obras de Cézanne y Matisse vendidas cada una por 19 millones de dólares en una campaña de la casa de subastas de arte moderno e impresionista por valor de 117 millones de dólares.
Fuentes de Christie's dijeron que habían elegido montar una venta limitada, centrándose en obras de alta calidad nuevas para el mercado y en buenas condiciones, y la estrategia pareció funcionar muy bien.
"Estamos muy emocionados. Fue una gran venta, la mayor para una subasta impresionista desde 2006", dijo Brooke Lampley, jefa de arte moderno e impresionista de Christie's en Nueva York.
"Jugadores de cartas" de Cezanne, una acuarela recientemente redescubierta, y la vibrante composición floral de Matisse "Les Pivoines" fueron los dos lotes vendidos más importantes, cada uno de ellos por 19,1 millones de dólares incluidas comisiones.
El Matisse casi duplicó su precio estimado, mientras que el Cézanne quedó cerca del tope del precio previsto de entre 15 y 20 millones de dólares.
Otras ventas destacadas fue "Le Repos", de Picasso, un pequeño retrato de su amante dormida Marie-Therese Walter, que se adquirió por menos de 9,9 millones de dólares pero superó el mejor precio estimado de 7 millones de dólares. l (AP, Reuters y DPA)
Descripción
Todas las versiones de “El Grito” muestran una figura andrógina en primer plano, que simboliza a un hombre moderno en un momento de profunda angustia y desesperación existencial. El paisaje del fondo es Oslo visto desde la colina de Ekeberg. El cuadro es abundante en colores cálidos de fondo, luz semioscura y la figura principal es una persona en un sendero con vallas que se pierde de vista fuera de la escena. Esta figura está gritando, desesperada. En el fondo, casi fuera de escena, se aprecian dos figuras con sombrero que no se pueden distinguir con claridad. El cielo parece fluido y arremolinado, igual que el resto del fondo.