En Argentina comprar ropa es caro. Mientras que en el resto del mundo el costo de la indumentaria bajó, en el país aumentó y superó la inflación promedio. De hecho, una canasta de prendas cuesta casi un 40% más en comparación con el promedio de los países de la región. Un informe de Fundar revela las razones de este fenómeno.
En el país la ropa es cara tanto en términos absolutos (es decir, en dólares), como en términos relativos, esto quiere decir en relación con el resto de los bienes y servicios. Desde mediados de 2020 y hasta fines de 2022, la indumentaria fue el capítulo del índice de precios al consumidor que más aumentó.
La razones de esto han generado debates y, como señala Fundar, existen dos posturas. Por un lado, lo que consideran que la culpa la tienen las medidas proteccionista que impiden el ingreso de productos importados al país y por el otro, están quienes sostienen que los altos precios de la ropa se deben a una multiplicidad de factores, todos ajenos al entramado productivo local. Sin embargo, las razones son diversas.
Las cuatro razones que explican los altos precios en la indumentaria
Fundar señala cuatro causas primarias a la hora de entender por qué resulta tan caro comprar ropa en Argentina.
En primer lugar, una de las razones para entender esto son las crecientes barreras a la importación. Este fenómeno se dio particularmente en la ropa, a través de subas de aranceles y el uso creciente de medidas paraarancelarias, en un mundo donde la tendencia fue la contraria.
Por otro lado, la incertidumbre y la inestabilidad macroeconómica, crecientes a lo largo de la última década y media, afectaron más a los bienes que a los servicios.
En tercer lugar, el uso de la regulación de precios como ancla antiinflacionaria en rubros como servicios públicos incidió en la dinámica de los precios relativos, de modo que los no regulados, como la ropa, tendieron a subir por encima del promedio.
Por último, el tipo de cambio real y la brecha cambiaria, creciente durante buena parte de los últimos 13 años, afectaron más a los precios de los bienes que a los de los servicios.
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Además, el informe marca cuatro causas secundarias que ayudan a comprender esta situación. Por un lado, la creciente presión tributaria a la producción encareció más los bienes y, en particular, aquellos de cadenas más largas y de alta integración nacional, como la indumentaria.
Además, la dinámica del consumo interno y el poder adquisitivo incidieron en ciertos momentos, tanto a partir de cambios en la demanda como en los costos laborales.
Por otro lado, el acceso restringido al crédito ofició, en la práctica, como un encarecedor del costo del financiamiento, incrementó los costos locales y limitó los aumentos de la productividad.
Finalmente, la productividad sectorial estuvo estancada y fue altamente procíclica, lo cual condicionó la generación de economías de escala y la reducción de los costos unitarios.
Los precios de la ropa a través del tiempo
Como establece Fundar, entre 1994 y 2001, los precios relativos de la ropa y del calzado en la Argentina siguieron una tendencia similar a los demás países y regiones.
A partir de 2002 , primer año de la posconvertibilidad, los precios locales comenzaron a aumentar y divergir de las demás trayectorias. Como en ese momento los precios relativos de la ropa eran bastante bajos en el país, durante un tiempo no se notó que la indumentaria fuera relativamente cara en Argentina.
Recién a partir de 2011, Argentina empezó a tener precios relativos de la ropa más altos que en Estados Unidos, Europa y América Latina. Desde entonces, (y a excepción del período 2016-2019 y 2023-2024) esta tendencia se consolidó. Esto explica por qué hoy en Argentina una prenda de vestir “compra” más bienes y servicios que en gran parte del mundo.