Un equipo de investigadores japoneses realizó ayer la primera intervención quirúrgica mundial con células madre pluripotentes inducidas (iPS) para tratar un trastorno ocular que puede causar ceguera.
Un equipo de investigadores japoneses realizó ayer la primera intervención quirúrgica mundial con células madre pluripotentes inducidas (iPS) para tratar un trastorno ocular que puede causar ceguera.
La intervención, que ha durado dos horas, ha sido dirigida por el especialista Yasuo Kurimoto, del Kobe City Medical Center General Hospital, y durante la misma se ha implantado una lámina de células del epitelio pigmentario de la retina de 1,3 por 3 milímetros.
Kurimoto ha realizado la intervención apenas cuatro días después de que un comité sanitario diera luz verde a los investigadores a usar esta técnica de forma experimental, tras haberse probado con éxito en monos y ratones. Las pruebas en animales demostraron que las células iPS no fueron rechazadas y no favorecen el desarrollo de tumores.
Por el momento, según informó el centro, la paciente no ha experimentado ningún sangrado excesivo ni otros problemas graves.
Esta operación con células reprogramadas, forma parte de los primeros ensayos clínicos mundiales en el ser humano con esta técnica de medicina regenerativa.
La paciente es una mujer de 70 años, explicó el equipo médico de la Fundación para la Investigación biomédica y la innovación (Ibri) de Kobe (oeste), asociada a Masayo Takahashi, directiva del instituto público Riken.
El objetivo de esta primera operación es verificar si es segura y tratar de mejorar el estado de salud de la enferma.
El ministerio de Salud japonés aprobó hace un año el proyecto de ensayo propuesto por la Ibri y el Riken.
La operación de ayer sirvió para tratar una variante de la degeneración macular asociada a la edad (DMLA), que es la principal causa de ceguera en las personas mayores de 55 años en los países industrializados.
La DMLA se produce por una ruptura del epitelio de la retina, una capa de células que aporta los fotorreceptores necesarios para la visión. Sin embargo, el procedimiento realizado por Kurimoto no garantiza que la paciente pueda recuperar la visión.
Para lograrlo, los científicos han creado células de la retina de la paciente a partir de células iPS y se las han implantado.
Las iPS se crean a partir de células adultas del paciente reducidas a un estado casi embrionario para que generen cuatro genes (normalmente inactivos en las células adultas).
Esta manipulación genética tiene como objetivo que recuperen la inmadurez y la capacidad de diferenciarse en todos los tipos celulares, en función del medio en el cual se encuentran.
En 2012, el investigador japonés Shinya Yamanaka y el británico John Gurdon recibieron el premio Nobel de medicina por haber creado un método que permite reprogramar las células adultas en células madre.