El piloto del parapente del que cayó la joven que falleció el pasado viernes en Tucumán, admitió que "pudo haber un error humano" y dijo que está dispuesto a asumir las consecuencias. Salazar, quien en un primer momento había alegado que la joven Natalia Vargas se había desprendido del aparato en un "ataque de pánico", admitió que no cumplió con las normas de seguridad reglamentarias y no puso a la pasajera los arneses de rigor. "No estaba enganchada, atiné a agarrarla lo más que pude, pero cayó", admitió ahora, luego de reunirse con el padre de la joven.
Ariel Salazar contó que habló con el padre de Natalia y le explicó que "no sabe" con precisión qué fue lo que pasó, pero admitió que pudo haber ocurrido una "distracción" por su parte. "La charla con el padre de Natalia fue dentro de todo tranquila. Fue una conversación necesaria para ambos. El me contactó y quedamos en vernos. Le conté todo lo que recuerdo. Más que nada, a mí me interesa aclarar algo, porque se habló demasiado y se insistió con el tema del pánico de Natalia en el aire", comentó Salazar en declaraciones al diario tucumano La Gaceta.
El piloto indicó que tras el accidente él utilizó la palabra "pánico" porque según "fue una forma de describir la desesperación que sintió Natalia cuando se dio cuenta de que no estaba agarrada" al parapente. "Estábamos volando y en un momento ella se da cuenta de que no estaba enganchada y comenzó a desesperarse. Yo intenté tranquilizarla, porque pensaba que estaba mal sentada. Cuando traté de ayudarla, me di cuenta de que no estaba enganchada. Atiné a agarrarla lo que más pude, pero cayó. Lo que quiero aclarar es que esto no sucedió porque ella haya tenido un ataque de pánico, sino que ella tuvo mucho miedo y se desesperó cuando vio que no estaba enganchada", agregó. O sea, que el pánico si existió fue por motivos más que válidos: la chica se dio cuenta que iba a caer al vacío. Natalia era médica y realizaba un posgrado en Alemania.
Salazar también recordó el momento en el que armaba el equipo y le colocaba las llamadas "perneras" a la chica, ella le pidió ir a hablar con su amiga alemana para darle instrucciones del despegue en alemán, porque también iba a volar en parapente. "Ese fue un momento de distracción de mi rutina, pero para mí estaba totalmente enganchada. Para mí sí le puse la pernera, no entiendo en qué momento se pudieron haber soltado", sostuvo el piloto. Y agregó: "admito que pudo haber un error humano, una distracción. Estoy consciente y asumo las consecuencias que esto puede traer para mí. Ha sido una fatalidad, pero estuve y estoy a disposición de la Justicia, de hecho ayudé con la búsqueda desde un parapente en el que volé como pasajero el día de la caída. Entiendo que tiene que haber una investigación y asumo las consecuencias".
Luego de días en los que Salazar no estuvo en condiciones de dar sus explicaciones, aseguró que se encuentra "a disposición de la Justicia" y asumirá "las consecuencias" de la investigación en curso: "Yo admito que pudo haber un error humano, una distracción. Estoy consciente y asumo las consecuencias que esto puede traer para mí. Ha sido una fatalidad, pero estuve y estoy a disposición de la Justicia, de hecho ayudé con la búsqueda desde un parapente en el que volé como pasajero el día de la caída. Entiendo que tiene que haber una investigación y asumo las consecuencias".
En tanto, el padre de la joven dijo a la prensa local que espera que la Justicia cite a declarar a los pilotos Ariel Salazar y Eduardo Deheza y que entreguen a la causa el video que uno de ellos registró con una cámara en el momento de la caída. En las últimas horas, el padre de Natalia Vargas se reunió con el instructor para que le "aclare cómo fue el accidente". Juan José contó que Salazar le pidió disculpas. "Está afectado psicológicamente. Quería que me diera la tranquilidad de que va a limpiar el nombre de mi hija. No le pedí nada del otro mundo", agregó. Acerca de ese encuentro, Salazar resaltó que "la charla fue dentro de todo tranquila, una conversación necesaria para ambos" en la que le contó todo lo que recuerda de aquel vuelo fatal. Finalmente, afirmó que persisten en él "imágenes espantosas en la cabeza", por lo que no está en condiciones de pensar si podrá volver a practicar ese deporte.