Casi 3.500 lobos marinos aparecieron muertos o agonizando, desde noviembre de 2022, en las playas de Perú por un presunto brote de gripe aviar, informaron fuentes oficiales del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) de ese país.
Casi 3.500 lobos marinos aparecieron muertos o agonizando, desde noviembre de 2022, en las playas de Perú por un presunto brote de gripe aviar, informaron fuentes oficiales del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) de ese país.
En imágenes compartidas por el organismo técnico del Estado peruano, se ve a especialistas introduciendo enormes hisopos en las fosas nasales de los lobos marinos, a orillas de la reserva natural de Paracas, ciudad costera a unos 270 km al sur de Lima.
“Se reportan lobos marinos afectados por gripe aviar, continuamos con el plan de vigilancia y monitoreo de áreas naturales protegidas”, indicó en un comunicado el Sernanp, organismo dependiente del Ministerio del Ambiente, la institución publica que halló desde noviembre 3.487 lobos muertos en siete áreas naturales del litoral, consignó la agencia de noticias AFP.
La cifra representa un 3,29% de los 105.000 individuos censados en territorio peruano, según la estadística de la autoridad ambiental.
Con “mascarillas” y “trajes de bioseguridad”, biólogos están hisopando a lobos marinos ante un brote que podría haber matado a 3.487 de ellos en las zonas protegidas en momentos en que las autoridades confirmaron infecciones en estos mamíferos, aunque sin ofrecer cifras finales.
Los cuerpos se reportaron en una amplia área del litoral peruano, que abarca la costa norte, central y sur del país. También se reportaron 63.000 aves muertas por gripe aviar entre noviembre de 2022 y marzo de este año.
Este virus está afectando a Bolivia, Uruguay y Argentina, y se conocieron reportes de muertes de animales con sintomatología similar a la encontrada en Perú, con diagnósticos de gripe aviar en el norte de Chile, según Sernanp.
El organismo exhortó a la población a “evitar cualquier tipo de contacto con lobos de mar y con aves marinas (pelícanos, gaviotas, guanayes, piqueros, entre otras) que salen o están en las playas y zonas rocosas.
El virus, llegado en aves migratorias de Norteamérica, puede diseminarse en “aves de traspatio (pavos, patos, pollos y gallos de pelea)” y en granjas comerciales.