El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro salió este domingo del hospital tres semanas después de someterse a una cirugía por una obstrucción intestinal.
Es una consecuencia del apuñalamiento que sufrió en septiembre de 2018, por el que ya debió someterse a seis operaciones
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro salió este domingo del hospital tres semanas después de someterse a una cirugía por una obstrucción intestinal.
El equipo médico del Hospital DF Star en Brasilia dijo que el exmandatario dejó la unidad de cuidados intensivos el miércoles, pero pasó los últimos días recuperándose antes de ser dado de alta. Se encuentra en condición estable y comenzó una dieta líquida, precisaron sus médicos.
Bolsonaro lució un semblante rígido y solemne mientras salía del hospital en la capital del país. Pero se le iluminó el rostro al saludar a una multitud de seguidores que lo aclamaban, ondeando banderas brasileñas y filmando con sus teléfonos. “¡Aleluya!”, gritaron algunos.
“Esta gorra es para nuestro presidente”, dijo Ronaldo de Barretos, un seguidor que acudió al hospital a saludar al exmandatario, mostrando una gorra con el lema de campaña de Bolsonaro: “Dios, patria, familia y libertad”.
El expresidente aquejó un fuerte dolor abdominal y fue ingresado a un hospital de Santa Cruz, una pequeña ciudad en el Estado de Rio Grande do Norte, el 11 de abril, antes de ser trasladado a un hospital en la capital del Estado, Natal. Su familia solicitó posteriormente su traslado a Brasilia.
La obstrucción intestinal del líder derechista está relacionada con un apuñalamiento que sufrió en septiembre de 2018 mientras hacía campaña para la presidencia. Fue hospitalizado en varias ocasiones desde el atentado y se sometió a múltiples cirugías durante su presidencia, de 2019 a 2022.
Los médicos dijeron que su más reciente procedimiento (el sexto) fue el más complicado.
Antes de someterse a la cirugía, Bolsonaro se preparaba para realizar un viaje por el noreste de Brasil para promover la agenda de derecha de su Partido Liberal con la vista puesta en las elecciones presidenciales del próximo año en Brasil, a pesar de que tiene prohibido postularse. Históricamente, la región ha sido un bastión político del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Está previsto que Bolsonaro vaya a juicio en los próximos meses ante el Supremo Tribunal Federal por la presunta organización de un golpe de Estado en enero de 2023, cuando sus simpatizantes encabezaron una serie de disturbios en la capital del país.